Pymes con padrino
Cada vez más empresas ofrecen programas de incubación y aceleración para emprendedores, incluyendo fondos, espacio físico, asesoramiento y capacitación.
impulsar el surgimiento de nuevas empresas innovadoras no es sólo tarea del Estado. Es una tendencia creciente entre las compañías, crear programas de incubación en su fase inicial y aceleración para expandir el negocio, dirigidos a emprendimientos de su ecosistema. Estos programas suelen incluir una inversión inicial (en muchos casos a cambio de equity o participación accionaria en la compañía), un espacio físico con acceso a infraestructura básica (Internet, laboratorios, servicios), y programas de capacitación y mentoreo para llevar adelante el negocio.
Una decena de empresas ya han creado sus propias incubadoras y aceleradoras en el país y, para impulsar este fenómeno, el año pasado se lanzó, desde el Ministerio de Producción, una licitación para participar del Fondo Aceleración, que aporta un peso por cada peso invertido por la aceleradora, con un tope de US$ 750.000 por proyecto.
Wayra, del grupo Telefónica, fue una de las pioneras en esta movida. Creada hace seis años y presente en diez países, ha invertido y acelerado 45 empresas en el país, casi 600 en el mundo, y tiene acuerdos con otras aceleradoras y fondos de inversión a escala global.
“Apostamos a empresas de tecnología en fase temprana, somos socios en el momento que la empresa avanza para lograr el crecimiento e internacionalizar el negocio”, define Lorena Suárez, country manager de Wayra Argentina. Para participar de la aceleradora, los emprendedores deben tener un producto o servicio en el mercado, así como potencial de crecimiento. El programa dura entre seis meses y un año. Incluye una inversión de US$ 50.000 en efectivo y otro tanto en infraestructura y servicios. “A cambio, participamos de un 7 a un 10% del valor de la compañía, como inversores minoritarios no controlantes”, detalla Suárez.
Las convocatorias se realizan entre tres y cuatro veces al año y en cada edición se selecciona una decena de proyectos. “Apuntamos a equipos de emprendedores en tecnología para el agro, finanzas (fintech), salud, telemedicina, seguridad, Internet de las Cosas, ciudades inteligentes y mecanización de procesos productivos, entre otros”, dice Suárez.
A mediados de 2014, cuando tenían una demo pero aún sin clientes, Pepe Marriot, Damián
Alcala y Federico Zaiatz se postularon al programa Wayra. Su desarrollo es el aplicativo de realidad aumentada Camonappse, basado en la utilización de la realidad aumentada. A diferencia de la realidad virtual, que crea un mundo ficticio en tres dimensiones, al que se accede mediante un casco o dispositivo de inmersión, la realidad aumentada permite sumar información digital al mundo real, utilizando anteojos, una tablet o teléfono móvil. El aplicativo permite descubrir contenidos interactivos al escanear imágenes y objetos, y hoy es utilizado en museos, instituciones educativas y empresas que desean realizar campañas de markteting de alto impacto.
Los emprendedores fueron asesorados por consultores en temas de ventas, marketing, experiencia del usuario y estrategia de negocios. “Crecimos en facturación y cantidad de clientes, y estamos abriendo una ronda de inversión para expandirnos a otros países, como México, Colombia, Chile y Brasil”, comenta Alcala.
INCUBAR TECNOLOGÍA
A partir de este año, también Telecom lanzará su propia incubadora de empresas tecnológicas en el país. “La idea es apoyar emprendimientos innovadores con foco en la transformación digital de los negocios y un criterio federal”, apunta Fabiola Bonelli, directora de Innovación y desarrollo de Negocios de la operadora.
El puntapié inicial se dio durante el Campus Party, un megaevento realizado en noviembre de 2016, que convocó a gurúes tecnológicos y emprendedores locales e internacionales, donde se plantearon “hackatones” (desafíos) con el objetivo de desarrollar aplicativos para resolver problemas ambientales.
A partir de esta competencia, se seleccionaron dos proyectos: Prototype, presentado por un grupo de estudiantes de Ingeniería en Sistemas de la UCA Buenos Aires, y Aire, creado por estudiantes de Ingeniería Electrónica y Arquitectura
de Rosario. El primero consiste en un dispositivo portátil que mide variables ambientales (temperatura, humedad, sonido ambiental), para evaluar el grado de contaminación en determinados lugares; y el segundo es un aplicativo que permite recopilar datos de la contaminación del aire utilizando el teléfono celular, y visualizarlos en un mapa interactivo.
El primer equipo viajó a la feria Consumer Electronic Show de Las Vegas, a comienzos de este año, donde se contactaron con otros emprendedores e inversores, en tanto los estudiantes de Aire viajarán al Mobile World Congress de Barcelona, con idéntico fin. Además, cada proyecto recibe $ 70.000 de inversión, y accede a un espacio de aceleración en las oficinas de la compañía en la ciudad de Buenos Aires.
Durante 2017, Telecom organizará ferias de Tecnología y hackatones regionales, a fin de seleccionar nuevos proyectos, especialmente enfocados en agroindustria, turismo, salud, ambiente e inclusión social.
CONSUMO Y SUSTENTABILIDAD
La cervecera AB InBev, dueña de Quilmes, lanzó en 2015 su aceleradora Eklos para apoyar emprendimientos que apliquen tecnología en el sector de consumo masivo a escala local. El programa se enfoca en equipos emprendedores con un “producto mínimo viable” en el mercado y ofrece financiación por US$ 50.000 por proyecto, espacio y acceso al sistema comercial en las oficinas de la compañía en Buenos Aires, y participación en el programa de mentores de la fundación Endeavor y en el programa Naves del IAE, de la Universidad Austral.
“El año pasado, recibimos más de 200 postulaciones y quedaron seleccionadas dos startups: Central de Ofertas, una plataforma de comercio electrónico que conecta a fabricantes y comerciantes minoristas, y Waitry, un aplicativo para hoteles y restaurantes que permite a los clientes hacer reservas, pedidos y pagar la cuenta a través del teléfono móvil.
Waitry nació en 2015, cuando se juntaron Alejandro Etchegoyen e Ignacio Correa, ambos con background en Tecnología, e Ignacio Castro, que venía del sector financiero. “Comenzamos con una inversión de $ 500.000 de fondos propios más un subsidio del Ministerio de Ciencia y Tecnología, y nos llevó un año desarrollar un producto mínimo viable que fuimos validando con los primeros clientes”, cuenta Etchegoyen.
El aplicativo es gratuito para los consumidores, y ofrecen planes escalonados y campañas de marketing segmentado para los establecimientos.
Al participar del programa de AB InVeb, Waitry recibió el asesoramiento de especialistas en consumo masivo y acceso directo a las marcas de AB InVeb. “Implementamos Waitry en los refu-
gios de Cerveza Patagonia y realizamos acciones de promoción con la gaseosa Guaraná”, apunta Etchegoyen. Este año, piensan comenzar a operar en Brasil y México, y luego expandirse a otros países de la región.
También en el rubro de bebidas, la fabricante de whisky Chivas Regal lanzó un programa de aceleración para empresas “que buscan un impacto en su triple línea de negocios: económico, social y ambiental”, señala Juan Manuel Gómez, brand manager de la marca para la Argentina y Uruguay. La iniciativa fue lanzada en 2013 a escala global y en 2015 en la Argentina. La firma invierte US$ 250.000 por cada proyecto local seleccionado (uno por año) y financia una semana de mentoring en Londres, con expertos de la Universidad de Oxford.
En su primera edición, el proyecto elegido fue Inclúyeme, un portal de empleo que conecta a empresas y trabajadores con alguna discapacidad. El año pasado resultó ganadora Xinca, la fabricante de zapatillas hechas con neumáticos descartados (ver más información sobre Xinca en “En Foco”).
SILICON VALLEY BUSCA
Google, el gigante de los buscadores, también tiene un programa de incubación de startups. Se trata del Google Launchpad Start, que se realizó en noviembre en Buenos Aires. Fue una semana intensiva de capacitación para los integrantes de 15 emprendimientos, en los que se trabajó sobre temáticas como estrategia de negocio, experiencia de usuario, marketing, tecnología y la metodología OKR (Objetivos y Resultados Clave). El evento apunta a fortalecer habilidades tecnológicas y empresariales en los equipos seleccionados. En una segunda etapa, se ofrece una inversión de US$ 50.000 en cada empresa.
La plataforma de venta de seguros 123 Seguro fue una de las compañías que participaron en
2016. El emprendimiento fue creado en 2010 por Martín Ferrari, que había trabajado en compañías de seguros, y Bruno Ferrari, que venía del ámbito digital. “Vimos una oportunidad en mejorar la gestión y la atención al cliente en este sector con mucho papeleo y poco ágil, y nos enfocamos en seguros de autos, que son los que más se venden al ser obligatorios”, cuenta Ferrari.
La firma tiene hoy 70 empleados en la Argentina y siete en Colombia. El próximo paso será desembarcar en México y en Chile. “Participar del Google Launchpad fue muy interesante, no sólo por la capacitación intensiva a cargo de expertos, sino por el intercambio de experiencias con otros emprendedores”, asegura Ferrari.
Una de las más recientes incorporaciones al mundo de las aceleradoras fue la de Facebook. La firma creada por Marck Zuckerberg puso en marcha, en enero de este año, un espacio dedicado a empresas emergentes e innovadoras en los sectores de salud, transporte y educación. La iniciativa se llama StartupGarage y funciona en París. Hasta ahora, se seleccionaron cinco empresas que, además de capacitación, recibirán inversiones por parte de la red social. Entre ellas, una plataforma para compartir viajes, un aplicativo para organizar
información personal y otro para crear rutinas saludables de alimentación y ejercicio.
EMPRENDIMIENTOS CIENTÍFICOS
Con el objetivo de impulsar la creación de empresas de base científico-tecnológica en áreas de punta como biotecnología, nanotecnología, robótica e ingenierías, el grupo Sancor Seguros se asoció, a fines del año pasado, a la empresa rionegrina Invap, para desarrollar una incubadora y aceleradora con sedes en Bariloche, Sunchales (Santa Fe) y la ciudad de Buenos Aires.
Ambas empresas ya venían apoyando el surgimiento de firmas tecnológicas. En el primer caso, desde el Centro de Innovación Tecnológica Empresarial y Social (Cites), en Sunchales, donde están incubados una decena de emprendimientos en salud, agro y energías renovables, entre otros. En tanto, Invap hace lo propio en su sede de Bariloche, donde se incubaron la primera empresa de “nanosatélites” argentina (Satellogic) y MZP, una compañía que desarrolla dispositivos médicos nanotecnológicos.
“La idea de unir esfuerzos surgió a partir de la convocatoria al Fondo para aceleradoras e incubadoras del Ministerio de Producción, y viene a formalizar algo que ya estábamos haciendo”, comenta Verónica Garea, de la Fundación Invap.
Alejandro Simón, CEO del Cites, comenta que, a partir de la experiencia de tres años llevando adelante el programa Cites Start Ups, decidieron sumar el conocimiento de Invap en sectores como la industria aeroespacial, medicina nuclear y energías renovables. “Nuestra apuesta es a largo plazo, con inversiones que rondan los US$ 500.000 por proyecto, y nos inspiramos en el modelo que tiene Israel, de participación público-privada”, detalla Simón. “Allí, la mayor inversión corre por cuenta del Estado, y con las regalías de las empresas que tienen éxito, recupera más de lo que invierte.”
“Llamando al doctor” es uno de los proyectos que se están incubando en la sede Buenos Aires de Sancor Seguros. Se trata de una plataforma digital para realizar consultas online con médicos especialistas, que gestiona los datos y la historia clínica de cada paciente, y está integrada al sistema de facturación. “Lo que hace esta plataforma es formalizar algo que ya ocurre, y es que médicos y pacientes están en contacto en forma virtual, fuera del horario y lugar de la consulta”, comenta Ingrid Briggiler, médica especialista en Ginecología y Obstetricia, creadora de este desarrollo, que está siendo aplicado por Sancor Salud.
La decisión de empresas consolidadas para invertir en nuevos proyectos, a partir de sus incubadoras, muestra una nueva veta de negocios: para los grandes, es una nueva apuesta. Y para pymes y emprendedores, es una nueva ventana de oportunidad para aprovechar.