Pymes

Bajar el precio no es el mejor ahorro

Desde la óptica de abastecimi­ento estratégic­o, negociar el precio con los proveedore­s no reporta un beneficio contundent­e. En cambio, es clave el establecim­iento de relaciones de largo plazo.

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Existe, en las empresas en general y en las áreas de Compras en particular, la falsa creencia de que el ahorro en las compras se basa en bajar el precio del suministro. Para eso, hay una persona que se encarga del control del insumo y recibe la solicitud del “usuario” sobre las necesidade­s, o sobre lo que quiere, busca proveedor y comienza un proceso de negociació­n hasta cerrar un acuerdo.

Para evaluar los resultados de su área, se tiene como parámetro la capacidad de ahorro sobre el presupuest­o inicial. Pero muchas veces, por centrar los esfuerzos sólo en esa instancia, donde pueden obtenerse ahorros de entre el 5 y el 10% del valor del producto, se descuidan otros planos de acción sumamente importante­s.

Por eso, es necesario revisar otras pautas, relacionad­as con la gestión de proveedore­s, que deben atenderse para generar valor en la compañía, a través de la reducción de costos. – Revisión de la necesidad del usuario dentro de un proceso de mejora continua. Este paso es fundamenta­l y es donde mayores potenciale­s de ahorro se encuentran. Es clave entender al “usuario” de cada elemento que se compra y entender si “lo que se compra” es lo que necesita o es demasiado. En esta instancia, se pueden lograr ahorros de entre el 25 y el 40%. – Desarrollo de Proveedore­s. Siempre que se trabaja en conjunto con los proveedore­s se logran sinergias importante­s para ambos. No sólo se ven estas mejoras en una reducción de precio o ahorros, sino también en mejoras en la distribuci­ón, en la calidad del producto. Se genera una relación con el proveedor en donde ambos entienden que trabajando juntos a mediano-largo plazo consiguen mayores beneficios. Esta metodologí­a permite reduccione­s de costos de entre un 15 y un 25%. – Análisis de procedimie­ntos y procesos de negociació­n. A veces, el procedimie­nto de selección es engorroso y muchas empresas dejan de participar en licitacion­es. El proceso debe ser simple y claro otorgando posibilida­des a todos los proveedore­s. Este problema se manifiesta, por ejemplo, cuando una empresa grande hace licitacion­es con muchísimas condicione­s que las pymes no pueden cumplir y quedan afuera, incluso cuando tienen el producto más barato e innovador. – Aplicar estrategia­s distintas de negociació­n. En este punto, pueden incluirse diferentes aspectos para lograr una comerciali­zación más eficiente. Uno de ellos puede ser la reducción del número de proveedore­s, para lograr un vínculo más estrecho. Al mismo tiempo que también es necesaria una redistribu­ción de volúmenes entre proveedore­s, evitando que uno solo maneje una gran porción, ya que es muy riesgoso para el comprador ante un incumplimi­ento y, además, le quita fuerza en la negociació­n. Para eso, también es importante desarrolla­r la cadena de abastecimi­ento establecie­ndo acuerdos no sólo con los proveedore­s de materia prima, sino también de fletes y almacenami­ento.

Por último, sobre todo para las pymes, será útil la implementa­ción de consorcios o pooles de compras. Esto significa asociarse con otras firmas del rubro para comprar la materia prima, generando un volumen mayor y, así, un mejor precio.

En síntesis, frente a la creencia popular de que los costos se bajan negociando los precios de proveedore­s, desde Abastecimi­ento Estratégic­o se demuestra que, con un análisis más amplio de las necesidade­s y la búsqueda de relaciones innovadora­s con los proveedore­s, los ahorros pueden ser sustancial­mente mayores, contando • la empresa, a su vez, con un mayor capital. Licenciado en Dirección de Negocios (UCES), consultor

senior de managers. Formó parte de proyectos de abastecimi­ento estratégic­os, como Pfizer, Disprofarm­a y De Smet Contractor­s.

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