SOSTENER LOS SUEÑOS

Tato Giovannoni es bartender y fundador de Florería Atlántico, un bar que funciona en el subsuelo de florería de la calle Suipacha, en el exclusivo barrio de Recoleta. Oculto a los ojos de los peatones hizo realidad su propio bar y su propia bebida destilada, Príncipes de los Apóstoles.

El oficio de bartender lo aprendió de su padre. “Todo empezó a definirse cuando mi padre, al cumplir los 12 años, me llevó a trabajar al Divisadero de Cariló, uno de los ocho restaurante que llegó a tener. Me mandó a lavar copas. A los 18 me encontré manejándole Café Status, uno de los restaurantes más conocidos de Pinamar”, recordó frente al público.

Sin embargo, al terminar la secundaria se dijo que lo suyo no era la gastronomía y se fue a Buenos Aires a estudiar diseño gráfico y publicidad. Pero ni bien se recibió de director de arte publicitario, el primer trabajo que tomó fue de barman. Y entendió que lo que quería era llevar adelante su propio proyecto: no era que no le gustaba la gastronomía sino que no quería trabajar más con su padre.

“Es fácil cumplir un sueño, lo difícil es no dejarlo caer cuando está cumplido. En ese sentido uno tiene que ser el empresario de sus propios sueños. Son como un hijo al que hay que educar , mimar , mantener hasta saber con quién vas a compartirlo”, expresó.