“El ambiente marino le impregna personalidad al aceite”
Carlos Sylwan. Olivos Patagónicos
¿Qué cambia en la Patagonia?
Un aceite de oliva de Río Negro respecto de otro de Cuyo, por ejemplo, registra la amplitud térmica de Las Grutas y el ambiente marino, que les otorgan a nuestros aceites una personalidad única. La calidad nace en el campo, así que tanto la materia prima como el proceso de elaboración y la forma de conservar los aceites inciden en el producto final. En nuestro caso, cosechamos las aceitunas en el momento ideal de maduración, y realmente elaboramos en frío, en no más de cuatro horas después de la cosecha. Por consiguiente, poseen aromas y sabores únicos. Por otra parte, los resultados de los análisis químicos lógicamente acompañan la clasificación como un aceite de oliva virgen extra.
¿Y su capacidad de producción?
En condiciones normales, unos 15.000 litros anuales. Pero este año va a ser menor por los daños provocados por las heladas.
¿Cómo viene la demanda?
Se nota una gran retracción en el sector de gastronomía y una más suave en el del turismo, motivadas por el ajuste, luego del sinceramiento de las variables de la economía. En nuestro caso, gran parte de la comercialización se realiza en la misma fábrica, donde llevamos a cabo visitas guiadas para los turistas. Sin embargo, para un producto con un precio por litro de unos 180 pesos, salvo excepciones, el mercado no está dispuesto a pagar un diferencial por la calidad.
¿Y cuáles son las perspectivas?
El sector olivícola es parte de las economías regionales, que vienen sufriendo desde el 2007. El mayor problema es el incremento de costos, que es muy difícil de trasladar a los precios, a costa de la rentabilidad. Si bien cultivamos la aceituna en la misma ubicación de la fábrica, traemos el resto de los insumos de Buenos Aires, Mendoza, Córdoba o Rosario. Por consiguiente, el flete es uno de los componentes que más crece proporcionalmente respecto del resto de los costos. Asimismo, una parte de nuestro mercado está en Buenos Aires, donde otra vez hay que recorrer 1.000 kilómetros con los envases llenos. Las perspectivas son de un crecimiento suave, con una recuperación de la demanda de los restaurantes, en particular.