Riesgos en las redes.
Riesgos en las redes sociales A medida que crecen las ventas on line, se incrementan los riesgos derivados de exponer cierta información sensible. Qué recaudos hay que tomar.
Las pymes que poseen una plataforma de venta on line en sus sitios web, seguramente ya la promocionaron a través de las redes sociales. Y aquellas que todavía están pensando en armar una tienda on line, más tarde o más temprano seguirán el mismo camino.
A medida que crece la venta por Internet, las modalidades de robo, como el phishing (a través de emails o de falsos sitios web) u otras técnicas de ingeniería social, buscan aprovechar la ocasión y apuntan al eslabón más débil de la cadena de comercialización: el cliente.
En la Argentina, uno de los países donde los usuarios pasan mayor cantidad de horas conectados a las redes sociales, las transacciones electrónicas crecieron un 20% en el primer semestre de 2017, en comparación con el mismo período del año anterior. En tanto, la facturación proveniente de las ventas on line creció un 30% y alcanzó los $ 59.000 millones.
¿Quién no entró al menos una vez a un sitio de e-commerce a través de un link de alguna promoción que vio en alguna red social? Es una práctica común para todo consumidor que busca ofertas en Internet, y la solución no es abandonar las redes sociales sino tomar los recaudos necesarios.
Como primera medida, los especialistas en seguridad informática recomiendan no subestimar a los ciberdelincuentes y configurar correctamente los navegadores web y los perfiles en las redes.
Actualmente, más del 70% del tráfico en Internet se origina a través de dispositivos móviles y, de acuerdo con un estudio reciente elaborado por Hootsuite y We Are Social, el 90% de los usuarios comparte información digital. Subir fotos o distintos tipos de información personal siguen siendo las actividades más realizadas. Es evidente que esta costumbre está arraigada entre los usuarios de las redes, por lo tanto, la recomendación es asegurarse que lo que se comparte sólo lo puedan ver los contactos de confianza.
POTENCIALES VÍCTIMAS
Según un relevamiento del fabricante de antivirus Kaspersky, el 44% de los usuarios de redes sociales comparte su información públicamente, y uno de cada cinco comparte información privada con personas que no conoce.
Para Fernando Spettoli, vicepresidente de Seguridad de Equifax para América Latina, una explicación a este comportamiento está en que “cuesta considerar a nuestra información personal como un activo importante a proteger. Es más fácil tener conciencia de la importancia de cuidar información referida a nuestras cuentas bancarias, contraseñas de acceso o PIN, que información que pueda estar contenida en una foto o en un comentario inocente”, reflexiona.
Dentro del universo de usuarios de redes sociales, el segmento más vulnerable está representado por los jóvenes, según el estudio antes mencionado. El 61% de los jóvenes de entre 16 y 24 años y el 64% de los que tienen entre 25 y 34 años comparte fotos privadas y sensibles de ellos mismos con otras personas, en comparación con sólo el 38% de los mayores de 55 años. Y más del 40% de los jóvenes también comparten sus detalles financieros.
MEJOR PREVENIR
Las normas de seguridad indican que los dispositivos móviles –smarphones principalmente– que se utilicen para conectarse a las redes sociales o para navegar por Internet deben tener las mismas medidas de seguridad que una computadora de escritorio. Desde el patrón de desbloqueo inicial para acceder a la pantalla principal, cualquier precaución ayuda. En las tiendas de aplicaciones de Apple y de Google hay infinidad de herramientas para proteger apps, para ocultarlas o para poner a salvo información sensible de los más chicos.
Del lado de los que tienen sitios de e-commerce o tiendas on line, la responsabilidad pasa por tomar las medidas de seguridad adecuadas. Un aspecto básico para cualquier sitio de venta por Internet es contar con un certificado SSL (Secure Socket Layer), un protocolo que garantiza que la información –que viaja desde el usuario hasta el servidor donde está alojado el sitio web que vende– quede totalmente encriptada. Además, es una manera de ganarse la confianza de los clientes.
Otra medida de seguridad es solicitarle a los usuarios que se registran, que utilicen contraseñas de ocho caracteres como mínimo, que incluyan letras mayúsculas, números y símbolos. Y también suma proteger los formularios con la prueba de
CAPTCHA. Esta sigla –correspondiente a Completely Automated Public Turing test to tell Computers and Humans Apart, o Prueba de “desafío-respuesa” completamente automática y pública para diferenciar ordenadores de humanos– es un test controlado por una máquina que cada vez es más usado en muchos sitios web en los que se requiere que el usuario se registre.
Se trata, en definitiva, de reducir al mínimo las amenazas de robo de contraseñas, números de tarjetas de crédito o información sensible cuando se navega o se compra on line.
Como señalan en Equifax, “en el mundo corporativo se trabaja constantemente gestionando los riesgos a los que se exponen las compañías para tomar decisiones que reduzcan las probabilidades de sufrir incidentes de seguridad”. Lo mismo aplica para las redes sociales: cada usuario debe evaluar el riesgo al que se expone.