Netshoes.
Hace diez años, sus jóvenes dueños cerraron sus siete locales en Brasil y se concentaron en el e-commerce. Ahora, obtuvieron US$ 150 millones en Wall Street. Y la mitad son para la Argentina.
Presentamos una lista de diez proyectos y estamos trabajando en ver cuáles son prioritarios para la empresa.” Alberto Calvo, un argentino con amplia experiencia en la industria del calzado, es el director general para Netshoes en la Argentina. La empresa brasileña viene de obtener casi US$ 150 millones en su Oferta Inicial de Acciones (IPO) en la New York Stock Exchange. Pero la mayor parte de ese dinero no irá a parar a Brasil: Netshoes lo está destinando a modernizar sus sucursales en la Argentina y México.
“Brasil está tres años adelantado en comparación con la Argentina en lo que es el comercio electrónico, tanto culturalmente como a nivel tecnológico”, asegura Calvo. Y agrega que las inversiones apuntan a igualar los mismos niveles de ejecución y tecnología con los que cuenta Brasil en la actualidad.
La filial argentina de Netshoes cuenta con 190 empleados, un centro de distribución ubicado en Garín, provincia de Buenos Aires, y otro en la ciudad de Córdoba. La empresa ya es una referencia inequívoca a la hora de definir el e-commerce de calzado e indumentaria deportiva en el país. “Para nosotros es fundamental brindar un buen servicio y generarle confianza al comprador. Esto es clave para que el nivel de recompra sea alto”, agrega Calvo.
¿A qué se destinarán las inversiones? Calvo da una pista: mucha tecnología para actualizar la plataforma Web sobre la que está basada la tienda, que es exclusivamente online. Y también inversión en distribución, con nuevas bases de transferencia en distintos
puntos del país.
Llamativamente, pese a este presente basado en Internet y la tecnología, Netshoes comenzó como una tienda de calzado convencional, con locales a la calle y dos socios veinteañeros que, al comienzo, parecían seguir los pasos de sus padres.
Marcio Kumruian, brasileño de ascendencia armenia, tenía 25 años cuando instaló, en sociedad con su primo Hagop Chabab, la primera tienda de Netshoes, en San Pablo. Llegaron a abrir siete locales a la calle pero, apenas dos años después de la primera apertura, comenzaron con la venta online. Poco a poco, Kumruian fue madurando la idea de concentrar todo su negocio en el “local único” que es Internet y en el 2007 los dos socios tomaron una decisión radical: cerraron los siete locales a la calle y se tiraron de cabeza a la venta por ecommerce. A los dos años comenzaron a esponsorear equipos, un elemento de marketing que la marca trabajó mucho en Brasil y que luego trasladó tanto a la Argentina como a México.
Uno de los factores que caracteriza a la empresa es que están a cargo de casi todos los procesos que se generan cuando un comprador hace clic en su página para adquirir un producto, salvo la entrega física que está tercerizada en manos de 14 empresas de transporte del país. “Nosotros estamos atrás de todos los pasos hasta que el producto es entregado. Desde brindar todos los medios de pagos disponibles hoy en día, un servicio de atención al cliente personalizado desde un call center propio, hasta un servicio de packaging exclusivo.”
En 2014 lanzaron Zattini, otra tienda online, dedicada al segmento Moda. Además de Netshoes y Zattini, hoy operan más de 25 marcas de fútbol. Las inversiones llegarán a partir de este año y dentro de los próximos 24 meses. “Estamos en charlas con el CEO (Kumruian) sobre cuáles son los planes a futuro para invertir este dinero en el país”, agrega Calvo. Algunos de los proyectos en danza son una mayor exposición del negocio y nuevos métodos de entrega, de pago y de logística.