Los que exponen
La otra cara del negocio de las ferias y festivales son los puesteros, expositores, food trucks, puestitos de comida, vendedores, productores o feriantes, según la denominación que le den en cada caso… es decir, los emprendedores (o pymes) que venden en ese marco.
Daniela Carballo es expositora en Desde el Pie, una feria de diseño que se realiza mensualmente en el Club Oeste del barrio porteño de Caballito. Allí, distintos diseñadores independientes exponen indumentaria, accesorios, artesanías y objetos de cerámica, entre otros. También hay algo de gastronomía y espectáculos o actividades para chicos, aunque el foco es el diseño. En total, son unos 40 feriantes microemprendedores.
“Uso una técnica que se llama filigrana; trabajo con alpaca haciendo bijouterie para mujer. Nos permite llegar a mucha gente, a la que de otra manera no llegaríamos, sin comisión. Sólo pagamos la mesa”, cuenta Carballo.
Para poder ingresar a la feria, le pidieron distintas muestras de su trabajo, aunque nunca conoció el criterio de selección; pasó un tiempo hasta que la aceptaron. Así empezó a exponer y vender, siempre manteniendo su trabajo en relación de dependencia como docente en el ámbito del Gobierno de la Ciudad.
La ventaja de exponer en este tipo de ferias, dice, es que en general los organizadores se encargan de la convocatoria.
Eso da margen para que el diseñador se encargue solamente del producto. Por supuesto, existe mucha competencia interna porque son muchos puestos que exponen sobre lo mismo. Por eso, Carballo sugiere apostar a lo visual: tener un puesto lindo y llamativo, ordenado, con alta visualización de la marca, tener tarjetas siempre visibles y, claro, no descuidar las charlas con la gente.
“Mucha gente lo ve, le gusta y después me contacta por Internet; es una forma de mostrarme más allá de lo que vendo en las ferias en sí. Muchas veces un diseño gusta pero con otro material o piedra; entonces, ya me manejo directo con el cliente”, dice Carballo.
“Este nuevo circuito de ferias independientes que surgió hace unos años motiva al productor a poder mostrar su trabajo sin llegar a los requisitos de las ferias de artesanos oficiales de los parques. Son más abiertas y permiten que uno pueda acceder. Recomiendo hacer uso de estos espacios. Empezar a encontrar estos espacios desde los cuales uno pueda armarse”, concluye.