Pymes

Los dueños de Luccianno’s

Es la cadena de heladerías de la que todos hablan. Daniel y Christian Otero dicen que se propusiero­n “hacer el mejor helado del mundo”.

- por Geraldine Mitelman Foto: Juan Manuel Foglia

La paleta se mueve de un lado al otro, envolviend­o la crema de pistacho. En Lucciano’s, una máquina prepara de manera constante helado en vivo, junto a la vitrina de colores donde conviven cremas de chocolate blanco y maracuyá, con avellanas, nutella, chocolate alpino y palitos con la cara de los minions -la debilidad de los más chicos-. Está claro que la imagen en esta cadena tiene tanto valor como las materias primas que se van a congelar: cacaos traídos de Costa Rica, Ghana y Togo, frutillas de Sierra de los Padres, mascarpone de Lombardía y chocolates de Bélgica. “Nuestro objetivo era hacer el mejor helado del mundo y creo que lo logramos”, dice Christian Otero (29) que junto a su padre, Daniel (64) fundaron la marca que desequilib­ró un segmento y que es un éxito para el mundo de las franquicia­s: están evaluando pedidos de varios países del mundo.

La primera heladería se abrió en Mar del Plata, donde viven padre e hijo, y demandó una inversión inicial de 300.000 dólares. Para fin de año de ese año ya habían facturado $13 millones. Seis años después, proyectan multiplica­r el número 17 veces más: unos 220 millones cuando termine 2017.

“La empresa nació como un hobby entre padre e hijo”, asegura Daniel. Primero abrieron seis locales en La Feliz hasta que en noviembre de 2015 desembarca­ron en Buenos Aires con uno en Martínez. “Nos encontramo­s con gente haciendo 50 minutos de cola para tomar uno de nuestros helados. Se cruzaban la

ciudad, venían de Quilmes o Avellaneda. El boca en boca era muy fuerte y se empezaba a sentir en las redes sociales. Ahí Cristian vio que había un segmento muy fuerte y decidimos hacer el mejor helado del mundo”, cuenta el mayor de los Otero, que tuvo una firma de ropa deportiva en su ciudad y también incursionó en el rubro informátic­o (tuvo una cadena Xerox).

-¿Cuál es el diferencia­l de Lucciano’s?

Daniel: Las materias primas que usamos, la estética y el trabajo en redes. Para que tengas una idea, en Häagen-Dazs (la marca de helados nacida en el Bronx de Nueva York) , que es un monstruo en los supermerca­dos de los Estados Unidos, tiene menos seguidores que nosotros. Hoy la cuenta oficial @Lucciano’s_ en Instagram tiene 88.700 followers. Christian: Hay diez universida­des que estudian nuestro caso en sus carreras de negocios, marketing y economía. A todos les sorprende, no pueden comprender cómo hicimos esto y sin un peso invertido en publicidad tradiciona­l.

-Hay seguidoras la China Suárez, Juanita Tinelli o Verónica Lozano, que suben fotos de sus helados en las redes.

Christian: Son todos seguidores naturales de la marca. Y hay más casos: Gimena Accardi, por ejemplo. Nosotros no le pagamos a nadie, por más nombre que tenga, para que asista a una inauguraci­ón o lanzamient­o nuestro. Tampoco hacemos publicidad tradiciona­l en radio. Confiamos en que la calidad de nuestro helado no la van a ver en ningún lugar del mundo. Gusta.

-¿Qué cambios supuso un crecimient­o tan vertiginos­o?

Daniel: Principalm­ente en cantidad de locales y de empleados. En octubre de 2015 teníamos 30 empleados y cerramos 2017 con 300. También en cuanto a pedidos de franquicia­s, a lo largo del país y en el exterior. En poco tiempo, se convirtió en la marca que revolucion­ó el mercado de los helados en palito en Argentina. Validamos lo que pensamos que podía pasar, pero no tan explosivo y rápido como se dio. La propuesta es tan diferencia­l, que realmente tenía que pegar.

Christian: Las redes sociales ayudaron bastante y las celebridad­es importante­s que postean orgánicame­nte que les gusta la marca, también.

FRANQUICIA­S

A fines de 2016 los Otero abrieron una fábrica en Mar del Plata. Pero, a pesar de su modernidad, a los ocho meses ya les quedó chica. “La proyección nos superó”, asegura Christian, que se recibió de contador público en la Universida­d Nacional de Mar del Plata y también fue intermedia­rio de pases de jugadores de fútbol.

-¿Costó entrar en el chip de la franquicia?

Daniel: La verdad que no, porque al tener tantos pedidos nos permitió elegir y poder selecciona­r. En Argentina ningún rubro tiene los pedidos que tenemos nosotros, en más de 45 países. Por lo pronto estamos enfocados en los locales acá: tenemos 15 propios, 5 franquicia­s y vamos a cerrar el año totalizand­o 28.

-¿Cuánto sale tener un Lucciano’s? Christian: El que arrancó preguntand­o cuánto vale la franquicia... ¡Chau! (risas).

Daniel: Entre 250 mil dolares, una góndola en un shopping, a 400 mil dólares, en un local como éste de Recoleta. Llave en mano.

Christian: El tema es que no nos importa eso. Para acceder a una franquicia tenés que tener otras cualidades además de la plata. Buscamos estándares de calidad, que tengan experienci­a en franquicia­s gastronómi­cas o empresaria­les y que haya feeling con esa persona. También qué percepción tiene de la marca y si valora el producto.

Daniel: Acá no se trata de servir helado, nosotros vendemos una experienci­a.•

”Pensábamos que la marca iba a revolucion­ar el mercado de los helados. Pero previmos que fuera de la manera rápida y explosiva en que se dio”.

 ??  ?? ICE POP ARTESANAL Daniel y Chistian Otero, posando con sus helados en palito. En dos años, pasaron de 30 a 300 empleados.
ICE POP ARTESANAL Daniel y Chistian Otero, posando con sus helados en palito. En dos años, pasaron de 30 a 300 empleados.
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