Negocios que trae el veganismo
La más famosa de las tribus alimentarias generó una serie de emprendimientos que ayudan en la cotidianidad de esta decisión de vida. Cambiaron el diseño de sus espacios. por MARIANA ROLANDI
El veganismo es la práctica que rechaza la utilización y consumo de todos los productos y servicios de origen animal. Los veganos llevan este estilo de vida por razones éticas, ambientales y dietéticas. Y aunque todas sean válidas, esa decisión en la vida cotidiana hace que sea bastante más difícil que tener una vida omnívora. Sin embargo, comparado con sólo cinco años atrás, se ha vuelto mucho más simple y se ve como algo más usual. ¿Por qué? Porque en los últimos años y con un claro reflejo de otras culturas occidentales, surgieron una cantidad innumerable de emprendimientos dedicados a abastecer de alimentos veganos.
Hay disponible una oferta de restaurantes, alimentos preparados, viandas para toda la semana e incluso talleres, ferias y cursos que apuntan no sólo a la alimentación, sino también a prácticas y filosofías que, en general, tienen ambas partes: los emprendedores y los clientes.
“Además de verlo como un negocio, hay una cuestión ética
que tiene que ver con nosotros, que somos rescatistas de animales”, cuenta Marina García, socia del Tano Constanza, cocinero vegano. “Lo cierto es que hay mucha gente que toma esta decisión pero luego no sabe lo difícil que es ser 100% vegano. Por eso es que fueron surgiendo, a medida que aumentaba la comunidad vegana, cada vez más opciones comerciales. En la zona donde estamos nosotros en los últimos meses abrieron cuatro restaurantes veganos”, agrega García.
“Hoy en día hay muchos emprendimientos orientados al veganismo, incluso grandes marcas de indumentaria o maquillaje, mientras que hace 10 años la palabra no se escuchaba en la Argentina. Con dos locales en Buenos Aires, en mayo abrimos un restaurante en Nueva York”, explica Francisco Rodríguez, Marketing de Vita Paradise.
También una buena parte del público consume las viandas sólo por una comida sana, por ser vegano. “Nuestro público suele ser amplio, desde los oficinistas o trabajadores por el centro, que buscan alimentarse de forma saludable, hasta familias o grupos de amigos jóvenes que salen a pasear por Palermo y vienen a merendar o cenar a la noche. La tendencia es entre 18 a 40 años, con una leve tendencia hacia mujeres. Cabe aclarar que la mayoría de los que nos visitan no son personas 100% veganas”, cuenta Rodríguez.
Un aliado de los nuevos veganos son las dietéticas, negocios que ya existían pero que se poblaron de marcas como Casa Vegana, Mi soja, Sococo (leche de coco) o Soyana (yogures de soja). “Nosotros no somos un lugar vegano, pero hay un público que busca en nuestro local productos que no llegan a los supermercados, de pequeños productores o incluso importados, que son aptos para veganos. Comenzamos con la leche de coco y se nos fueron acercando emprendedores con hamburguesas cero animal o budines dulces veganos. Hoy, parte de nuestra clientela los consume y no podemos dejar de tenerlos”, cuentan en Dietética Callao. “No es nuestro gran ingreso, pero sí fue un incremento inesperado”, agregan.