Carnes y embutidos.
El Foro Argentino de Inversiones fue la presentación en sociedad del FONDCE, que administrará $ 1.000 millones para créditos subsidiados para las empresas tecnológicas de “alto impacto”. por NiNo ferNáNdez
Mariano Mayer remató la actividad de noviembre con la organización del primer Foro Argentino de Inversiones, un encuentro que tuvo lugar en la torre de YPF, organizado por el Ministerio de Producción junto con la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (Arcap). En el cierre, el presidente Mauricio Macri planteó que la Argentina generó a cuatro de los seis “unicornios” que hay en América Latina, “en las condiciones más adversas” y que en cambio, ahora, “tendríamos que dar un salto exponencial”. Mayer, con el cargo de Subsecretario de Emprendedores y Pymes, es el funcionario encargado de que la Argentina consiga ese salto “exponencial”.
Para empezar, ya hay una ventanilla disponible. Se llama Fondo Fiduciario para el Desarrollo de Capital Emprendedor (FONDCE), desde donde salen diferentes líneas de créditos estatales por hasta $ 1.000 millones: es la primera vez que desde la Argentina se arma una línea crediticia específica para las empresas “puntocom”, o “emprendimientos tecnológicos de alto impacto”, como ellos mismos prefieren denominarse.
“Este fondo es una herramienta que va a servir para democratizar el acceso al financiamiento a todos los argentinos que quieran iniciar su propio proyecto. A partir de ahora, para conseguir inversión sólo hace falta tener un buen proyecto y un buen equipo”, aseguró Mayer. Los créditos son subsididados: en algunos casos, son “préstamos honorarios” (no reembolsables, excepto que el proyecto logre ganar dinero) o a tasa cero.
Los créditos del Estado tienen, como condición, que formen parte de una inversión conjunta con inversores privados, quienes según cada proyecto, deberán aportar la mitad o más de los fondos requeridos.
Durante el Foro de Inversiones se dieron a conocer las 13 aceleradoras y los tres fondos de inversión que resultaron preseleccionados para coinvertir junto al Estado. Aún queda una instancia final de selección, a cargo de la Autoridad de Aplicación, que depende del propio Mayer.
Las aceleradoras tecnológicas ganadoras fueron NXTP Labs (Capital), Embarca (Mendoza), Imagine Lab (Buenos AIres), Glocal (Santa Fe), Globant (Capital), Founders Lab (Buenos Aires), Incutex (Córdoba), Wayra (Capital), Yavu (Buenos Aires) e Inca Labs (Capital).
Las aceleradoras científicas ganadoras fueron
Cites (Santa Fe), Grid Exponential (Capital) y Aceleradora del Litoral (Santa Fe).
Los fondos ganadores fueron NXTP Labs (Argentina), Draper Cygnus (Argentina) y Jaguar Ventures (México).
Marta Cruz representó a la pata privada del encuentro: socia de NXTP Labs y titular de Arcap, se movió activamente en la organización del Foro. “Vamos a lograr incrementar el flujo de inversiones productivas como así también contribuir a la generación de empleo de calidad para los argentinos”.
CONTRA LA BUROCRACIA
Mayer admite que la carga impositiva y la burocracia son dos enormes escollos que frenan el desarrollo de las empresas. “El Estado tiene que hacer sus deberes”, advierte. Se incomoda cuando se le pregunta por el costo fiscal de las políticas activas en favor de la comunidad pyme y emprendedora y asegura que no hay sectores inviables en el país, porque con el talento local y la democratización de la información y la tecnología, cualquier firma local puede competir con las mejores del mundo. Además, cuenta qué se está haciendo desde la Secretaría a su cargo para simplificarle la vida a pymes y emprendedores.
–¿Cual es el costo fiscal de las nuevas leyes para emprendedores?
–Yo prefiero hablar de la plata que se han ahorrado las empresas. Por ejemplo: hasta octubre, las pymes que se registraron y han accedido a los beneficios de Pyme se han ahorrado más de $ 3.000 millones en concepto de impuesto al cheque; más de $ 5.000 millones por diferimientos de IVA y unos $ 1.000 millones por haber dejado de pagar Ganancia Mínima Presunta. Son cifras realmente significativas, para tratarse del primer año de vigencia de la ley
–¿Cuántas pymes están accediendo a estos beneficios?
–Estamos en 344.000, una cifra que podría ser mejor, pero se ha hecho un trabajo de hormiga para darla a conocer. Reconozco que no es fácil. Desde el Presidente para abajo. estamos todos comprometidos en la difusión de la Ley Pyme. –Esa cantidad es casi la mitad de las pymes en blanco.
–Por un lado, muchos empresarios están tan metidos en el “día a día” que aun no se
enteraron de la existencia de la norma. Por el otro, muchos se automarginan: piensan que es sólo para la industria, que no abarca al comercio o a la construcción, o que no entran en la definición de Pyme. Algunos contadores incluso se han mostrado renuentes a registrar a sus clientes como pymes. Y, por supuesto, que no faltan los que tienen una mirada escéptica o de desconfianza hacia el Gobierno y el Estado en general.
–¿Cuáles son las asignaturas pendientes?
–La economía definitivamente está creciendo, pero hay muchos sectores y muchas pymes a los que todavía no les llegó el crecimiento. Queremos que les llegue a todos. La rebaja impositiva de la Ley Pyme fue importante pero hay que seguir avanzando en este camino. Lo mismo ocurre con las mejoras que logramos en materia de financiamiento, capítulo en el que tenemos mucho para avanzar. No olvidemos que el 80% de las pymes no se financian en el sistema financiero convencional y es imposible que estas empresas crezcan sin financiamiento. –Ustedes ahora controlan el BICE.
–El BICE ahora depende del Ministerio de la Producción y tiene perfil de banca de Desarrollo, con foco en el futuro de la empresa interesada en el crédito, más que el pasado y los balances. También estamos trabajando codo a codo con el banco Nación y los bancos privados. Nos interesa trabajar en la reducción de la burocracia. Decididamente, uno de los mayores aspectos que conspiran contra el financiamiento de las pymes es la burocracia: el proceso de análisis de crédito es muy ineficiente y queremos cambiar esta realidad.
–¿Cómo?
–Aprovechando la tecnología, tal como lo hicimos con las Sociedades de Acciones Simplificadas (SAS), que se pueden abrir on line en poco rato. A eso apunta Central de Balances, que básicamente consiste en que las pymes puedan compartir sus balances con los bancos a través de Internet. Eso implicará un cambio de paradigma: los empresarios ya no tendrán que llevar un montón de carpetas a cada banco, cada vez que quieran gestionar un crédito. Y pretendemos que los balances puedan presentarse como datos concretos, no ya como un papel escaneado, lo cual permitirá que en algún momento el análisis de riesgo lo haga un software.
–¿Y la burocracia del sector público?
–Es la otra gran pata de la agenda de simplificación: la mayoría de los trámites en este Ministerio de la Producción ya están digitalizados, a través de expedientes electrónicos. Tramites que antes demoraban hasta nueve meses hoy, según el caso, duran entre un mes y un día. Y estamos a empezando a trabajar con el Ministerio de Modernización, en los trámites que participamos con otros ministerios u organismos. El ejemplo más concreto en este sentido es la concreción del proyecto de las SAS, que ha sido realmente
disruptivo, por la cantidad de dependencias que participan en la simplificación de trámites.
LAS SAS
–¿Cuantas SAS se abrieron?
–Se están constituyendo más SAS que Sociedades Anónimas. A comienzos de diciembre, se abrieron casi 800.
–¿Qué impuestos van a pagar?
–Los mismos que pagan las otras sociedades, con la diferencia que adhiriendo al Registro Pyme se accede a los beneficios de la Ley Pyme, que permite liquidar IVA a los 90 días; descontar el impuesto al cheque de Ganancias y no tributar Ganancia Mínima Presunta.
–¿Cuál es el precio de una SAS?
–No más de $ 4.500, frente a los $ 20.000 que cuesta abrir una SA o una SRL, entre costos y escribano. Y el trámite lo puede hacer el interesado. Además, esos $ 4.500 se pueden usar a cuenta del capital mínimo que exige abrir una SAS. –¿Qué impacto tiene la litigiosidad?
–Por un lado, aumenta las alícuotas. Y, mucho más grave, implica el riesgo de que un par de juicios termine con la empresa, dejando a un montón de familias en la calle.
–La mejora de la competitividad tiene varias aristas.
–Estamos trabajando fuerte en la simplificación administrativa y en las trabas burocráticas que enfrentan las pymes que quieran exportar.
Para eso ya está vigente Exporta Simple, un régimen que para nosotros es un golazo, porque va a permitir que microempresas empiecen a exportar, seguramente algo impensado para la mayoría de estas empresas. Otra iniciativa interesante es Ecosistema Pyme, un programa de desarrollo de cadenas de valor de grandes empresas. Queremos ayudar a mejorar el encadenamiento productivo de cada una de esas empresas, participándolos de los instrumentos de apoyo que proponemos, pidiéndoles que conozcan y adhieran a la Ley Pymes. Y esto nos permite llegar a un montón de pymes a las que no teníamos llegada.
–¿Qué es la transformación de la matriz productiva?
–Por un lado, la agenda de competitividad, ligada al funcionamiento del Estado y la burocracia. Otro aspecto es la agenda de la productividad. Esto tiene que ver con la situación puertas adentro de la empresa, o en el marco de su conglomerado. En este sentido, tenemos diversas herramientas de asistencia: desde Ecosistema Pyme, el programa de asistencia con Expertos Pymes, hasta los programas de capacitación y el Radar Pyme, una nueva herramienta que permite la autoevaluación de la empresa.
–¿Cómo va a funcionar?
–Con una encuesta on line con preguntas sobre cómo se gestiona la empresa en las diversas, áreas –Recursos Humanos, Comercialización, Procesos, etcétera– y nosotros evaluamos el mapa de productividad de la empresa. Eso luego dispara las recomendaciones: conviene mejorar en este punto, puede hacer una consulta al
INTI, capacitar tal área o pedir el asesoramiento de un Experto Pyme.
–¿Esto es gratuito o tiene algún costo?
–Es gratuito.
–¿Y en materia de servicios a pymes?
–Lo que viene es la digitalización, una pyme no puede pensar en mejorar su matriz productiva si no entra en el mundo digital. Esto es lo que se está hablando hoy en el mundo. Y todas las pymes tendrán que incorporarlo. Lo que nosotros queremos es facilitarlo y acelerarlo. Para eso, estamos lanzando un programa de Innovación Digital para pymes, que va a dar facilidades con un plan bonificado para compra de equipamiento informático, software de gestión y acceso a conectividad. También tendrá asistencia técnica y un consultor que ayude a implementar el proceso de digitalización.