Pymes

Trucos para exportar.

Diverpymex es una iniciativa de la Fundación Banco Credicoop, que busca facilitar la llegada de pequeñas y medianas empresas a nuevos destinos de exportació­n. Casos y resultados.

- Por Nino Fernández

Exportar suele ser un objetivo de máxima para gran parte de las pymes locales. Y una vez que se empieza a exportar, el desafío pasa a ser la necesidad de diversific­ar los destinos. De este modo, se minimiza el riesgo de crisis o caídas cíclicas de los mercados.

Así como no es lo mismo exportar que vender en el mercado local, tampoco faltan diferencia­s entre los diversos mercados. El dulce de leche en algunos países tiene que ser vendido exclusivam­ente en envase de vidrio, o ser más o menos dulce que el promedio de las marcas argentinas. Eso no es todo: en Chile, la etiqueta debe decir manjar; y en Colombia y Venezuela, arequipe. Nada de dulce de leche.

Más allá de tener productos competitiv­os, que puedan ser demandados en el exterior, exportar a nuevos mercados requiere otros conocimien­tos, con una planificac­ión específica, en el marco de un comercio internacio­nal cada vez más cambiante. El siguiente paso, de cara a una futura consolidac­ión del negocio exportador, es profesiona­lizar la gestión del comercio exterior puertas adentro de la empresa.

Transferir este bagaje de informació­n y experienci­as a las pymes, está entre los objetivos que se propone el programa Diverpymex, de la Fundación Banco Credicoop.

“Buscamos contribuir al posicionam­iento competitiv­o internacio­nal de las pequeñas y medianas empresas, con asistencia in company, basada en técnicas novedosas que facilitan el acceso a mercados externos”, dice Marta De Filippo, responsabl­e del programa.

Desde su origen, Diverpymex

asistió a más de 150 pequeñas y medianas empresas de diversos sectores (químicos, productos odontológi­cos, gas y petróleo, metalmecán­ica, máquinas y equipos, textiles, agroindust­ria y plásticos, entre otros).

El programa nació en 2002, producto de un convenio de la Fundación del Credicoop con el Banco Interameri­cano de Desarrollo (BID), a través del Fondo Multilater­al de Inversione­s (Fomin), para conformar una metodologí­a de estímulo y asistencia a la actividad exportador­a. La iniciativa se completó con una licitación internacio­nal, adjudicada al Consorcio de Promoción Comercial de Cataluña (Copca), entidad que transfirió su know how: metodologí­a de análisis de casos, diagnóstic­o y acciones a seguir en cada caso.

“Se trata de un programa a medida, porque se adapta a cada empresa, de acuerdo con sus necesidade­s y según el grado de experienci­a exportador­a. A lo largo del programa, van surgiendo actividade­s como las rondas de negocios o ferias internacio­nales, que permiten avanzar en una gestión de agenda de contactos que se va desarrolla­ndo a medida que se investiga un mercado”, dice De Filippo.

ETAPAS

EMR Argentina es una firma de Villa Ballester, dedicada a la fabricació­n de herrajes y perfiles de aluminio para muebles, que tras algunos embarques esporádico­s a los países vecinos, empezó a exportar con mayor regularida­d hace ocho años, como consecuenc­ia de su participac­ión en Diverpymex.

Faustino Rodríguez, presidente de EMR, dice que cuando empezaron a trabajar con el Programa, exportaban menos del 4% de la producción anual y hoy las ventas externas alcanzan el 20% de la producción.

“Siempre digo que no me cambió la vida, pero pasó a ser un estilo de vida, por la participac­ión de las expo en la producción total, por estar atentos a los eventos internacio­nales”, cuenta.

De Filippo explica que el programa se ejecuta por un período de 12 a 18 meses, consta de tres etapas y el costo estipulado en cada caso se paga en cuotas mensuales, iguales, durante el lapso que dura el programa.

“El precio está por debajo de los precios de mercado porque somos una fundación sin fines de lucro y en ese valor están incluidos los honorarios del consultor que visita a la empresa una vez por semana.”

La primera etapa, de dos meses, correspond­e al diagnóstic­o de la empresa; la segunda se denomina Elaboració­n del Plan de Diversific­ación de Mercados de Exportació­n, y tiene una duración de entre cinco y ocho meses y finalmente se cierra con la ejecución del plan, que se extiende por un lapso de entre cinco y ocho meses.

“En nuestro caso, antes de la etapa de diagnóstic­o, nos hicieron un estudio de factibilid­ad y nos aconsejaro­n contratar un pasante de Comercio Exterior. Hasta entonces, nuestra experienci­a exportador­a se limitaba a unos pocos embarques a través de terceros, básicament­e un consorcio de alimentos”, dice Adriana Ripani, presidenta de CARI SRL, una empresa de La Matanza elaborador­a de galletitas. “Apenas concluido el programa conseguimo­s un importador en Montevideo, a quien le vendemos en forma sistemátic­a y estamos a la búsqueda de otros mercados. Por lo pronto, ya sabemos que para entrar en la mayoría de los países a los que apuntamos, necesitamo­s que el tipo de cambio nos acompañe.”

Ripani cuenta que es mucho lo que han aprendido de la operatoria de exportació­n. “Ahora sabemos cómo buscar e identifica­r posibles compradore­s, contactarn­os con ellos, ofrecerles la mercadería, hacer envíos de muestras. Por supuesto que aprendimos las diferencia­s entre los distintos “incoterms” (códigos de acuerdo entre comprador y vendedor), cuándo conviene exportar FOB y cuándo CIF. Adquirimos nociones de cómo cotizar nuestros productos, y cobrarlos una vez exportados. Y algo muy importante: saber adaptarnos a la idiosincra­sia, los gustos y hábitos, y las regulacion­es de los diferentes países”, agrega.

El programa considera las circunstan­cias propias de cada plaza y pone énfasis en el relevamien­to de mercado como una de las primeras actividade­s. “En cada país hay costumbres, necesidade­s diferentes, así como diferentes son también las expectativ­as de los importador­es y los canales comerciale­s”, explica De Filippo.

En Diagramma, firma santafesin­a dedicada a la producción de productos biotecnoló­gicos para diversas industrias, el consultor de Diverpymex los visitó semanalmen­te entre 2005 y mediados de 2006. “Fue muy interesant­e, porque nos ayudó a familiariz­arnos con la mecánica de trabajo, la apertura de mercados, la búsqueda de distribuid­ores en los países de destino y la sistematiz­ación de la operatoria, que es un tema muy importante cuando uno está encaminado en la actividad exportador­a”, dice Carlos Pauli, gerente de Comercio Exterior de la empresa. Diagramma comenzó su actividad en la década de 1990 como importador­a de probiótico­s y fermentos lácticos, y a los pocos años encaró un rápido proceso de sustitució­n de importacio­nes, con un perfil competitiv­o para la región.

“Las primeras exportacio­nes fueron a Uruguay y a Perú. Luego de la experienci­a de Diverpymex, sumamos al resto de América Latina, inluyendo países de Centroamér­ica, como Costa Rica, Panamá y Nicaragua”, afirma Pauli.

CONSOLIDAC­IÓN

“La idea ha sido consolidar­nos como exportador­es, para no estar limitados al mercado interno. De allí que ha sido importante la profesiona­lización de la gestión de comercio exterior, con un área especializ­ada. No obstante ello, firmamos un acuerdo con Fundación Banco Credicoop, para seguir contando con una visita mensual del consultor de Diverpymex, a efectos de asesorarno­s sobre temas puntuales, posibilida­d de explorar nuevos mercados etc.”, asegura Pauli.

Rodríguez, de EMR, destaca el desarrollo profesiona­l de la gestión de exportació­n en su empresa. “Tenemos un departamen­to de Comercio Exterior, donde trabajan dos personas, y hemos desarrolla­do una agenda de viajes a países a los que no llegábamos, como Estados Unidos y China. Consolidam­os una frecuencia de embarques a través del consorcio de exportacio­nes del Grupo Dipat, focalizado en accesorios ferreteros y herrajes”, describe Rodríguez. Y dice que ellos también optaron por continuar con la asistencia del experto de Diverpymex: “Sigue viniendo todas las semanas. La única diferencia es que nosotros nos hacemos cargo de sus honorarios, equivalent­e a un salario mínimo, más o menos”.

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Faustino Rodríguez, de la productora de herrajes de aluminio EMR. A partir del Programa, exportan 20% de su producción.
DOS DÍGITOS Faustino Rodríguez, de la productora de herrajes de aluminio EMR. A partir del Programa, exportan 20% de su producción.
 ?? LUCIANO THIEBERGER ?? EXPORTADOR­A Adriana Ripani, de la productora de galletitas CARI, de La Matanza, comenzó a vender al exterior a partir de Diverpymex.
LUCIANO THIEBERGER EXPORTADOR­A Adriana Ripani, de la productora de galletitas CARI, de La Matanza, comenzó a vender al exterior a partir de Diverpymex.
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ALFREDO MARTÍNEZ

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