Jujuy: la apuesta a agregar valor
Nuevos proyectos de tecnología, agroecología, diseño y turismo se suman a la producción tradicional de esta provincia. Cómo aprovechan su origen para diferenciarse y de qué manera sortean las principales barreras.
Con el 1,7% de la población argentina, el producto de la provincia de Jujuy representa apenas el 0,8% del total nacional y se concentra en la actividad primaria, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Hacienda. Fundamentalmente, en la producción de tabaco, caña de azúcar, plata, plomo, cinc y porotos.
Sin embargo, a estas actividades tradicionales, que en algunos casos requieren de una elevada inversión pero en general resultan de poca innovación, se viene sumando, de un tiempo a esta parte, el impulso de nuevos emprendedores. En especial, de rubros como las tecnologías de información, los alimentos orgánicos y saludables, moda y turismo. Más del 90% de las firmas jujeñas, de un total de unas 5.200, son pymes dedicadas al comercio y los servicios.
Si bien no puede calificarse de vertiginoso, el cambio parece acelerarse. Menos de una década atrás, según los propios entrevistados, el ecosistema emprendedor provincial era inexistente, lo mismo que el capital de riesgo, en un contexto de escaso financiamiento bancario y hasta pobres conexiones a Internet.
CAMBIO
Hoy, por el contrario, algunas de las startups más innovadores de la zona se animan incluso a dedicar algunas instancias locales a sus roadshows en busca de inversores dispuestos a correr riesgos y a apostar por el talento de sus comprovincianos, de acuerdo con los testimonios relevados por Pymes.
Así lo confirma Andrés Jara Werchau, que cofundó Nubimetrics, una plataforma web de información para vendedores de MercadoLibre, junto con Pamela Scheurer, en 2010.“Cuando comenzamos, no había un ecosistema emprendedor ni inversores. Era difícil acceder al financiamiento provincial, la conectividad era mínima y, sobre todo, emprender no era una prioridad para la sociedad. De hecho, para comenzar, vendimos todo lo que teníamos. Posteriormente, hipotecamos nuestra casa, recibimos un capital semilla de Nación y, con eso, armamos los primeros prototipos y consolidamos una parte central de nuestro equipo”, recuerda.
“Ésos fueron obstáculos en el arranque, pero por suerte todo fue cambiando. Hoy, tenemos un equipo distribuido entre Jujuy, San Luis y
Buenos Aires; buscamos complementarnos en cada acción, y a todos nos unen las ganas de hacer la diferencia”, añade respecto de los 20 empleados del emprendimiento.
El objetivo inicial de la compañía consistió en democratizar el acceso a herramientas de análisis de datos para las pymes dedicadas al e-commerce. “La oportunidad, que demostramos con los años, es que un vendedor de e-commerce que cuenta con información de calidad tiene una ventaja competitiva demoledora. Puede tomar decisiones estratégicas para generar un crecimiento exponencial con alta rentabilidad. Por ejemplo, acerca de qué productos rentables puede vender antes que nadie o, según su rubro, en qué época del año es más conveniente vender qué producto”, señala Jara Werchau.
En el ínterin, ganaron la competencia Naves del IAE y eso les abrió las puertas de Endeavor. “Nos permitió derribar barreras tanto de contexto como mentales”, admite. Hoy, con tres rondas de inversión ya concretadas y una facturación de US$ 3 millones anuales, con su modelo de suscripciones, la firma acompaña a grandes marcas en MercadoLibre, asociadas a la empresa de investigación de mercado GfK. “Nuestro objetivo es seguir creciendo dentro del ecosistema de MercadoLibre. A mediano plazo, prevemos incorporar datos de otros marketplaces con presencia global, para proveer un servicio más integral”, agrega.
DESDE LA NECESIDAD
Otra muestra de la evolución del ecosistema emprendedor jujeño la brinda el caso de uSound. Se trata del sistema inteligente de audición creado por Ezequiel Escobar, Gustavo Ramos, Alejandro Méndez y Adrián Vidaurre en 2013, que convierte a los smartphones en dispositivos de ayuda auditiva, y que cuenta ya con más de 350.000 descargas de los stores de Apple y Android, y más de 15.000 usuarios activos en Brasil, Estados Unidos, la Argentina y España.
El PBI de Jujuy representa apenas 0,8% del país y se concentra en la actividad primaria. Pero 90% de sus 5.200 pymes son de comercio y servicios.
“Nos conocimos estudiando Ingeniería en Informática. Un profesor nos propuso un trabajo teórico que use la tecnología para mejorar la calidad de vida de las personas, y se nos vino a la cabeza el caso de un compañero que, debido a su pérdida auditiva y la imposibilidad de comprar un audífono, terminó abandonando los estudios. Esto nos llevó a relacionarnos con profesionales expertos en salud auditiva e ingenieros en audio. Realizamos un prototipo y nos presentamos en una competencia de Microsoft, llamada Imagine Cup. Quedamos entre los cinco mejores proyectos entre 76 países que participaron de la final mundial en Rusia”, rememora Escobar.
El emprendimiento recibió inversiones de US$ 50.000 de Wayra y otros US$ 40.000 por parte de StartUp Chile, que le permitió terminar su primer producto y lanzarlo al mercado.
Además, obtuvo la competencia de modelos de negocio Naves y contó con mentoreo de emprendedores Endeavor. Con posterioridad, cerró una inversión por US$ 200.000 de La Plata Hub, Incubando Salud y Quarux Capital, entre otros, y finalmente concretó una reciente ronda por otros US$ 500.000.
“El 27 de diciembre pasado hicimos un roadshow en nuestra provincia, invitando a empresarios locales a invertir en innovación y talento local. Esto muestra un gran avance en el desarrollo de un verdadero ecosistema emprendedor, en el que no sólo haya personas con foco en la generación de valor, sino también un grupo de inversores dispuesto a correr riesgos y apostar al desarrollo regional”, dice Escobar.
“En Jujuy existe una gran cantidad de productores agroecológicos excluidos del sistema y a merced de los intermediarios, quienes son los que hacen la diferencia.”
TRIPLE IMPACTO
“En Jujuy existe una gran cantidad de productores agroecológicos que se encuentra totalmente excluida del sistema, ya que su situación de pobreza limita su capacidad de desarrollo. Así es que quedan a merced de intermediarios, quienes hacen la diferencia económica en este negocio. Sumado a un abuso de agroquímicos en la industria alimentaria, esto genera sistemas productivos que afectan el ambiente.”
El diagnóstico es de Agustín Mayorga, que se propuso generar una demanda de productos sustentables y, además, capacitar a los productores
en el desarrollo de sus fincas, realizar la logística, agregar valor y la venta al consumidor final.
Así nació Mikuna, en 2014, un proyecto multidisciplinario. Por un lado, una propuesta gastronómica en el centro de San Salvador de Jujuy, que prioriza el consumo de producción agroecológica proveniente de pequeños y medianos productores locales. Por otro, una consultora dedicada a asesorar en el desarrollo de negocios sustentables. Y, finalmente, una fábrica de barritas de cereal instalada en el Parque Industrial de Palpalá.
“Creamos una empresa de triple impacto. En el bar-restaurante trabajamos con consumidores finales y proveemos almuerzo a un gran número de empresas, que buscan alimentar saludablemente a sus empleados. La consultora tiene como clientes a productores de mediana y gran escala. Y la fábrica apunta a llegar con el producto a las principales dietéticas y almacenes naturales del país y, en pocos años, a exportarlo”, dice Mayorga, con diez empleados.
“En lo personal, viniendo del mundo corporativo de Buenos Aires, fue muy difícil adaptarme a una cultura Estadodependiente y con un sector privado concentrado en la alta sociedad, que se dedica a actividades tradicionales de elevada inversión, baja complejidad y poca innovación. La construcción de alianzas y socios estratégicos con visión de largo plazo fue complicada, pero con el tiempo logramos acceder a proveedores, inversionistas y una red de clientes que apoya nuestra iniciativa”, confirma.
El proyecto se financió con un microcrédito, los ingresos de un trabajo gerencial, préstamos de familiares y, finalmente, el apoyo de un socio inversionista. El desarrollo de recursos humanos también resultó un desafío. De hecho, los actuales
mandos medios son originarios de Buenos Aires. “Al ser una provincia donde buena parte de la población depende de manera directa o indirecta del Estado, la infraestructura para el desarrollo de emprendimientos privados no es la mejor. Sin embargo, nos dio la posibilidad de crear Mikuna con éxito”, subraya.
RECURSOS RENOVABLES
Otro proyecto que persigue el desarrollo socioeconómico, en este caso de 2.500 familias de pequeños productores de llamas y ovejas de la Puna jujeña, es el de Hilandería Warmi. Se trata de una empresa social, que aprovecha los recursos renovables de fibra y lana para fabricar mantas, pies de cama, ponchos, chalinas, bufandas y una línea infantil. Fundada en 2014, por la organización civil sin fines de lucro “Warmi Sayajsunqo” (del quechua, mujeres perseverantes), creada por Rosario Quispe, junto con emprendedores como Juan Collado y Paula Marra, aborda el mercado de lujo sustentable, en franco crecimiento.
“Apuntamos a un consumidor con cierto grado de conciencia, que mira detrás del precio y entiende que el producto genera impacto socioambiental en una región con escasas oportunidades de desarrollo. Si bien la mayor parte de la comercialización
“Los productos de llamas y ovejas de la Puna son para consumidores con cierto grado de conciencia, que entiende el impacto socioeconómico.”
es a escala nacional, venimos trabajando para incorporar maquinaria que nos permita refinar el proceso y dar el salto de calidad necesario para alcanzar mercados internacionales”, explica Gastón Aróstegui, gerente general de la iniciativa, que emplea directamente a 18 personas.
A pesar de que Jujuy concentra casi el 90% de la población de llamas del país, emprender a 1.600 kilómetros de la Capital no deja de ser desafiante. “El costo de logística y transporte es limitante. El acceso a recursos humanos con conocimiento idóneo es escaso”, precisa.
Añade: “La infraestructura o la conectividad, por momentos, se vuelven un obstáculo. De hecho, no contamos con gas natural en el parque industrial. Y ni hablar si le sumamos los desafíos impositivos, al trabajar con pequeños productores que se encuentran excluidos de los sistemas tributario y bancario, además de otros más relevantes como los de salud y educación”.
El representante de Warmi, no obstante, confirma que la empresa está muy cerca de llegar a la autonomía financiera, todo un logro, desde su perspectiva. “Contamos en su momento con el apoyo del Estado nacional y del provincial. Ahora acudimos a financiación privada de nuestros socios. Pero el acceso a créditos blandos y de largo plazo toma relevancia en esta etapa de crecimiento y expansión del negocio, para elaborar los proyectos de inversión”, completa.
LA MODA DEL NORTE
Otro rubro es el caso de la marca Humahuá, creada en 2009, en San Salvador de Jujuy, por Nicolás Zárate, con el propósito de “consolidarla como referente de la moda en el vestir urbano de hombres del norte argentino, para luego expandirla al resto del país”. Su oferta incluye camisas, jeans, chinos, remeras, abrigos, calzado y accesorios.
“Trabajamos mucho sobre la exclusividad en los diseños y molderías. Le damos importancia a la selección de materias primas y proveedores, con vínculos de trato justo e identidad de valores”, sostiene Zárate.
Creada con un microcrédito y préstamos familiares, en menos de diez años, la marca da trabajo a nueve personas.
Gracias al gobierno provincial, pudo participar también de las ferias Puro Diseño del 2012 al 2015 y presentar la campaña otoño-invierno de 2017 en Córdoba.
“En Buenos Aires, las marcas sacan su temporada con meses de anticipación, mientras que nosotros siempre estamos llegando con lo justo.”
“El principal desafío es la distancia territorial con los proveedores y los tiempos que se manejan en la provincia. En Buenos Aires, por ejemplo, las marcas sacan sus temporadas con meses de anticipación, mientras que nosotros siempre llegamos con lo justo. Nos financiamos con los plazos de nuestros proveedores, que nunca se entrelazan con los que brindamos a nuestros clientes, ya que la producción siempre es anterior a la venta y cobranza. Y nuestros recursos humanos son todos locales y de buena iniciativa y formación, aunque hoy estemos necesitando de una persona calificada para ocupar un rol gerencial”, detalla.
DESTILERÍA
En el caso de La Conversión, finalmente, la innovación pasa por la propia actividad: una destilería que se propone producir grappa y gin, a partir de los orujos de uvas cultivadas en la Quebrada de Humahuaca.“Aquí hay excelentes viñedos, con una apuesta fuerte en tecnología, que da como resultado vinos de alta calidad. Por lo tanto, contamos con muy buena materia prima para un producto de características enológicas particulares”, indica Carlos Iturbe, fundador del proyecto instalado en la localidad de Purmamarca.
Con unas 3.000 botellas, correspondientes a la primera producción anual de la grappa La Conversión, el emprendedor prevé facturar $ 2,5 millones en 2018.
“Con estos primeros pasos, queremos que nos conozcan tanto a escala provincial como nacional, para luego salir del país con un producto ya bien aceptado dentro del segmento”, completa.