La inversión es un pasaje seguro al desarrollo
Por Edgardo Gámbaro, titular de CAME Industrial.
Argentina debe trabajar en cambiar su matriz productiva, y eso requiere impulsar agresivamente las inversiones en innovación y desarrollo tecnológico. Pero la responsabilidad no es sólo del Estado. Los empresarios tenemos que aprender a invertir más y mejor, y el Estado tiene que garantizar que eso ocurra articulando y generando las condiciones adecuadas. Entre esas condiciones se destaca la mayor oferta de financiamiento. Las líneas de créditos subsidiadas fueron una buena herramienta para las pymes, y fueron muchas las empresas que las aprovecharon para comprar maquinarias, o introducir innovaciones en sus procesos de producción durante los últimos años. Lamentamos que el Gobierno haya decidido poner fin a esos instrumentos.
CULTURA
En la Argentina, tanto las empresas como los especialistas coinciden sobre la baja cultura inversora. Aunque eso tiene su fundamento: es difícil decidir nuevos proyectos cuando la coyuntura marca otras urgencias.
La experiencia, sin embargo, muestra que eso termina generando un círculo vicioso: al no invertirse, la empresa queda más expuesta a los vaivenes del entorno, y la inversión en ese contexto se hace más difícil todavía.
Según un estudio realizado en CAME durante el año pasado, el escaso nivel de inversiones que impulsó el crecimiento de la economía, en la última década y media generó un atraso tecnológico muy grande. Esto pone a las pymes en una situación delicada y difícil de revertir porque los montos requeridos para actualizarse con las últimas tecnologías son muy altos. La falta de inversión nos ha restado competitividad. Eso, a su vez, vuelve difícil la exportación porque nuestra productividad quedó muy atrás del mundo desarrollado. De acuerdo con el trabajo, en promedio las pymes industriales dicen que en materia tecnológica están un 44% por debajo de las empresas líderes del mundo en su sector.
Aun así, vemos mayor conciencia en el sector privado y en el público sobre este tema, y ése es un primer paso elemental para romper el círculo.