Instagram, una vidriera que cada día genera más negocios.
Pese a que no está pensada como una herramienta comercial, la red social se está posicionando como “el” lugar para que los microemprendedores se den a conocer. en la Argentina.
No fue concebida para vender, ni siquiera tiene una función para completar esa operación. Tampoco está integrada con medios de pago, ni con mecanismos de envío. A pesar de sus restricciones, Instagram se va posicionando como un lugar donde los emprendedores quieren estar: según datos de la propia compañía, tiene 1.000 millones de usuarios activos, a diario hay unas 500 millones de personas que ingresan en la red social y unas 400 millones que producen stories, esos videos cortos que se esfuman a 24 horas de su publicación.
“Tiene componentes sensacionales para llevar ofertas al consumidor: es visual, por lo que se puede generar un gran valor agregado a la hora de mostrar los artículos, y una enorme cantidad de influencers que cuentan qué probaron, qué les funcionó o de qué manera utilizan un determinado producto”, enumera Luis Paolini, docente de la licenciatura en Administración y Sistemas del ITBA. “Otra característica, tal vez la más relevante, es que minimiza intermediarios: el emprendedor que recién se lanzaba tenía que realizar una inversión enorme, por ejemplo, si quería ganar visibilidad en su supermercado: hoy, con el poder de redes como Instagram, puede exhibir lo que hace sin salir de su casa”, concluye.
Melissa Amorim, directora de comunicaciones de Instagram para Latinoamérica, dice que los emprendedores pueden aprovechar una plataforma donde las fotos y videos son el idioma nativo para llegar a sus clientes con un mensaje relevante, “en un espacio en el que ya están receptivos para descubrir cosas nuevas”. Los perfiles de negocios, la mayoría pyme según la propia Amorim, ya son 25 millones. “El 80% de nuestra comunidad global sigue un negocio”.
Por lo pronto, se están viendo algunos avances que le están dando a Instagram un tinte más comercial. Este año, por ejemplo, la red lanzó “Comprar en el país”, una función que le permite a los emprendedores etiquetar sus productos en sus publicaciones orgánicas. “Abre el espacio para que más personas y negocios transformen la plataforma en un destino de comercio”, dice Amorim. Otra facilidad es la función “perfil de empresa”, que permite al emprendedor acceder a métricas que muestran cómo la comunidad interactúa con su negocio en sus publicaciones y stories.
La premisa de Instagram es que sus usuarios encuentren nuevas maneras de mostrarse o darse a conocer. Para los emprendedores representa una
2.0.• atractiva vidriera