Cadenas de valor.
Un encuentro conjunto de la AMIA, el BID y el Fomin puso en relieve, una vez más, la importancia de sumar eslabones pyme en el entramado de proveedores y clientes de firmas grandes. “Salir a la periferia humaniza a las empresas”.
Lesponsabilidad Social Empresarial (RSE) parece ser algo lejano de alcanzar para las pymes. Con el fin de fomentar estas acciones, y reconocer el mérito a las empresas que ya lo están aplicando, la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Multilateral de Inversión (Fomin), en conjunto, llevan adelante el evento “RSE: Tendencias e integración de la cadena de valor”, que recientemente tuvo su quinta edición.
Durante el encuentro, que tuvo lugar en el auditorio de la Universidad de San Andrés, se les entregó una mención a las empresas que más se están destacando en materia RSE. Entre las destacadas hubo empresas grandes, locales y multinacionales, como Loma Negra, IRSA, Novartis, Banco Galicia, Banco Santander
Río, Invap, Monsanto, Toyota, Pan American Energy, Holcim, Henkel, Telecom, Mercedes-Benz, Sodimac, Cablevisión, Arcor y Banco Guayaquil. También fueron destacadas firmas como Métalas, Loginter, Segufer, Milicia,Thermodyne, Herrajes San Martín y Sermax.
El vicepresidente segundo de la AMIA, Leonardo Chullmir, señaló que es fundamental acompañar a las empresas para que puedan capacitarse y generar acciones para mejorar su entorno social y ambiental. “Creemos que las empresas que se incorporan a este programa pueden trabajar para lograr un buen vivir”.
Donatela Orsi, directora de Fortalecimiento de Ecosistemas Productivos en Ministerio de Producción de la Nación, destacó la importancia del fortalecimiento de las cadenas de valor locales, ya que son las que permiten una inserción en el mercado global. “En todas las empresas, la sostenibilidad empieza a ser cada vez más importante”, resaltó.
“Las cadenas de valor no son sólo una fuente de contratos sino de conocimientos, donde las grandes empresas tienen mucho para contribuir”.
Por su parte, el ex ministro de Justicia de la Nación y actual director del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (Intal), Gustavo Béliz, mencionó que la sostenibilidad es un desafío que se está viviendo en la actualidad. “Cuando hablamos de tecnología, hablamos de personas ante todo. Por eso, el análisis de la cadena de valor es fundamental, porque reformula todo el concepto. Hablamos de valor, y muchas veces lo confundimos con el precio”.
Béliz agregó: “Cuando hablamos de tecnología, no hablamos sólo de saber programar. La inteligencia emocional es lo primero, porque si no hay empatía, no hay modo de incorporar la tecnología”. Comentó que cuando se les pregunta a las empresas cuál es el factor básico para absorber tecnología, lo fundamental que destacan es la capacidad de trabajar en equipo, la capacidad de registrar lo que le pasa al otro, de ser creativos, y recién después destacan los factores tecnológicos.
“Para competir con los robots, en la época de la automatización, lo fundamental es desarrollar las habilidades que ellos no tienen, la otra manera de competir con ellos es diseñarlos. La inteligencia
artificial puede ser maravillosa pero también altamente destructiva para la humanidad. En primer lugar, hay que saber entenderla”.
El titular del Intal (que a su vez depende del BID) dijo que, desde la entidad, “vemos que hay consumidores inmersos en la vida tecnológica, pero los empresarios todavía están lejos de esa realidad. Hay más empresas que trabajan con correo electrónico, que aquellas que trabajan con tecnología 4.0 en sus procesos productivos”, señaló. “En la Argentina tenemos una realidad: 40% de las cámaras empresariales no tienen siquiera una buena página web”.
CADENAS DE VALOR
Fernando Passarelli, coordinador del programa de AMIA dedicado a la Cadena de Valor, cerró el panel destacando la importancia de gestionar riesgos inciertos en la interrupción de la cadena de valor. “El costo de la interrupción de la cadena es altísimo; por eso, nuestro gran desafío es pensar los diversos enfoques que nos aporta la sostenibilidad. Para ello estamos trabajando con la guía ISO 20400, sobre compras sostenibles”.
Ariel Carbajal, director del Centro Tecnológico para la Sustentabilidad, de la UTN, expuso sobre el rol de los proveedores y de la cadena de valor para alcanzar la Economía Circular. Y para ampliar sobre la norma
ISO 20400, Cristina López, presidente de la Fundación El Otro, brindó un workshop denominado Compra Sostenible. “Estamos variando el tema de las compras de un sistema de bienes y servicios, a una variante más amplia, que es el tema de la sostenibilidad”, dijo López. “De esta manera, estamos
“Para competir con los robots en la época de la automatización, lo fundamental es desarrollar las habilidades que los robots no tienen”.
pensando en las necesidades de las generaciones futuras y la norma
ISO 20400 da una guía sobre cómo desarrollar procesos a nivel operativo y esencialmente a nivel estratégico, que contribuya a desarrollar el tema de cómo integrar políticas”.
La titular de El Otro agregó que, a veces, las pymes no ven el impacto que tienen sus decisiones de compra, ya que no son tantas las pymes que tienen abordaje de sostenibilidad. “Esperamos que se revierta en un corto plazo y para ello es fundamental el rol de las grandes empresas, ya que son dinamizadoras para agilizar estos procesos”.
Para Passarelli, las cadenas de valor no son solamente una fuente de contratos. “Nosotros las vemos como redes de contacto, en las que las grandes empresas puedan contribuir aportando conocimiento e involucrándose con la tecnología, incluso apuntalar con financiamiento a las pymes para ayudarlas a crecer. La sustentabilidad te hace mirar a la periferia y humaniza a las empresas”.