Mapa de la Argentina ilegal
La venta clandestina en la vía pública y en ferias irregulares cerró el año en $ 120.177 millones. El dato surge de una muestra de 500 ciudades del territorio nacional. Sólo de IVA, el Estado perdió de recaudar $ 25.235 millones este año.
Según un relevamiento realizado por CAME en 500 ciudades del país, se detectaron 490 saladitas con 45.653 puestos ilegales y 79.259 manteros en la vía pública. En noviembre pasado hubo menos de estas ferias informales que un año atrás, básicamente porque muchas se fueron regularizando a través del trabajo conjunto entre cámaras empresariales y municipios. Pero creció enormemente la modalidad manteros. Efectivamente, según el relevamiento: >
La cantidad de puestos en saladitas se redujo 17,1% frente a la medición de un año atrás, en parte porque hubo menos de esos predios y también porque en los que siguen abiertos se detectaron más lugares vacíos. >
En cambio, creció 112,8% la cantidad de manteros en las 500 ciudades relevadas, desde 37.239 hasta 79.259.
> Se detectaron en total 490 saladitas con 45.653 puestos, 9.438 menos que un año atrás.
> En estas ferias, las ventas en noviembre ascendieron a $ 5.259 millones, y en la modalidad manteros, donde los promedios diarios de ventas suelen ser inferiores, a $ 4.756 millones.
> En todo el año, en las 500 ciudades sondeadas se vendieron ilegalmente productos por $ 120.177 millones, con pérdidas para el Estado, sólo en IVA, de $ 25.235 millones.
> En la cantidad de vendedores relevados no se computa el hecho de que muchos puestos son compartidos por dos o tres personas, en turnos. Especialmente en las grandes ferias, que son las que más público tienen.
> En noviembre pasado se encontraron 130 saladitas menos que en la medición de noviembre de 2017. Esa caída se debe a varios fenómenos. Uno de ellos es la suba de los alquileres de esos predios, que encareció los puestos. Así, frente a los bajos niveles de ventas y subas de alquileres, muchos puesteros se trasladaron a vender a las calles, vaciando esos centros y obligando a su cierre. También incidió que tanto el Estado Nacional como las provincias, municipios y cámaras empresariales, vienen trabajando en la regularización de muchos predios, donde se fueron formalizando las condiciones de venta. Los vendedores que no se legalizaron, pasaron a la modalidad manteros o se trasladaron a otros mercados más precarios y con menos controles.
> Preocupa el fuerte crecimiento de los grupos de senegaleses “manteros” vendiendo relojes, anteojos y joyería, en todo el país. Ya no se trata de un fenómeno localizado sólo en la ciudad de Buenos Aires sino que han invadido muchas ciudades pequeñas, medianas y grandes.