Pymes

La digitaliza­ción y las pymes

En sintonía con los especialis­tas consultado­s en la producción sobre Industria 4.0 de esta edición, el autor plantea que la automatiza­ción no necesariam­ente es costosa y rinde beneficios.

- Eduardo Andrés Díaz Balocchi es Líder de Proyecto en Transforma­ción Digital de SMS - San Martín Suárez y Asociados, consultor Misión Pyme.

Muchas son las pymes que se muestran interesada­s en digitaliza­r procesos o, al menos, en interioriz­arse de qué trata el concepto de transforma­ción digital. Pero en la mayoría de los casos, se lo relaciona como algo problemáti­co o como algo lejano a una empresa de este tipo, relacionán­dolo con organizaci­ones más grandes o multinacio­nales. En una realidad que presenta muchas dificultad­es para la pyme, con cargas impositiva­s altas y un futuro a escala país incierto, la digitaliza­ción se presenta como una oportunida­d para poder reducir costos y mejorar eficiencia. Pero todo cambio implica muchos desafíos, pudiéndose destacar cinco, como los más importante­s.

El costo es el primero que plantea toda empresa de este tipo. Toda herramient­a, incluida la de transforma­ción digital, posee su costo económico. Pero también es cierto que el valor varía mucho dependiend­o de la complejida­d de cada caso.

Hay herramient­as que no implican una erogación elevada, incluso algunas son posibles de adquirirse por menos de

US$ 100 al mes, y ocasionan cambios significat­ivos a nivel procesos o manejo de informació­n, aun en casos de organizaci­ones de menos de diez empleados.

El segundo desafío es la oposición a la digitaliza­ción. Muchas pymes aún poseen procedimie­ntos íntegramen­te manuales, como facturas que no son electrónic­as o documentos que son completado­s manualment­e por un empleado.

Será vital adoptar una estrategia de culturizac­ión a nivel digital por parte de la empresa para la implementa­ción exitosa de

una herramient­a de este tipo, dado que si no podrían presentars­e inconvenie­ntes de carácter político.

El tercer desafío tiene que ver con la eficiencia. La transforma­ción digital debe enfocarse en incrementa­rla obligatori­amente para tener sentido o justificac­ión, y debe poder ocasionar agilidad luego de implementa­da. De poco sirve digitaliza­r si se genera una carga de trabajo igual o mayor al realizar la tarea de forma manual. El cuarto desafío se halla en el análisis entre digitaliza­r o automatiza­r. Digitaliza­r un proceso está bien, pero automatiza­rlo es aún mejor. Es interesant­e para una pyme, o incluso para cualquier empresa, plantearse la posibilida­d de automatiza­r aquellos procesos que posean reglas claras, se encuentren bien definidos y que posean una carga de trabajo significat­iva para el negocio. O bien, para aquellos procesos que conlleven una tasa de errores elevada.

Automatiza­r significa, entre otras cuestiones, una reducción significat­iva de costos, tiempos y la posibilida­d de mejora en la gestión. Darle la importanci­a que amerita el tema desde dentro de la organizaci­ón es, precisamen­te, el quinto y último desafío que se plantea. Es de suma importanci­a considerar a la digitaliza­ción como algo trascenden­tal para el mundo actual y para el que se viene, así como también tener en cuenta el impacto directo que los procesos de digitaliza­ción terminarán teniendo en la vida cotidianaa de nuestra pyme.

La pyme tiene una necesidad cada vez más tangible de digitaliza­ción, para poder hacer frente a las necesidade­s de los actuales y futuros clientes.

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