Diseñadora de muebles de campo.
Como muchos emprendimientos, el mío surgió también de una necesidad. Soy arquitecta y en un momento tuve que armar un departamento desde cero, pero no encontraba el tipo de muebles que quería: muebles antiguos, con maderas recuperadas que me permitan llevar el campo a la ciudad. Me puse a reciclar un vajillero viejo que encontré en la casa de mis padres y ese fue el comienzo de Antigua Madera. En 2011, con una inversión de alrededor de $50.000, empecé a diseñar y a fabricar muebles de campo, con un carpintero. Después los pinto yo. Empecé en un galpón en la casa de mis padres, pero después me puse un taller con showroom en Palermo y desde fines de noviembre también en Pilar. El mueble que más vendí en 2020 fueron escritorios.