Emprendedoras agtech.
Encabezan proyectos que innovan en agricultura de precisión e insumos biotecnológicos. Y se abren paso en un ambiente donde las mujeres siguen siendo minoría.
El reciente 28° Congreso Anual de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), que se realizó de modo virtual, dejó una interesante conclusión. Que en la Argentina hay una creciente adopción de tecnología en el sector, para innovar no sólo en el producto sino también en la transformación digital.
En ese contexto, se dijo en la ocasión, la agricultura de precisión, el análisis big data, la inteligencia artificial y la biotecnología emergen como aliados. ¿Con qué propósito? Para diseñar una estrategia de manejo diferente de la agricultura tradicional.
Como gran productor y exportador de alimentos a escala global, nuestro país ofrece una gran diversidad de condiciones y sistemas de producción. Sirven, a su vez, como pistas de pruebas para el desarrollo de las tecnologías englobadas bajo la categoría de agtech. Y los emprendedores ya comienzan a aprovecharlas.
Sin embargo, como en el resto de los segmentos tecnológicos, la brecha de género se mantiene firme. De hecho, el avance científico resulta una oportunidad para generar la inclusión y participación plena de las mujeres en estas áreas. Pero se necesitan mecanismos y estrategias para superar desigualdades de género en la formación y las trayectorias laborales, según la organización Chicas en Tecnología.
Como muestra, en el último período del que se tiene registro, entre 2010 y 2015, de un total de 102.800 nuevas inscripciones en carreras de educación superior relacionadas con la programación, sólo el 16% correspondió a mujeres. En tanto, sobre un total de 21.492 graduados, las mujeres sumaron apenas 21% en dicho período.
Al intentar acceder, mantener y promoverse en una posición laboral, la mayoría de las mujeres enfrenta barreras vinculadas con estereotipos de género, agregan desde Chicas en Tecnología. Algunas son un ambiente masculinizado, prácticas rígidas que no permiten el equilibrio entre la vida personal y profesional, y diferencias en la valoración de las capacidades técnicas respecto de sus pares varones.
Pymes investigó cuáles son las emprendedoras que, aún en ese contexto, están abriendo camino en el segmento de agtech. Les preguntó qué límites marcados por la desigualdad de género enfrentan. También, cómo los transforman en un motor de empuje. Y de qué manera trabajan dentro de sus propias empresas para romper con los estereotipos.
MIRADAS
“Tuve que comprender que hay diferentes miradas y maneras de ejecutar. Más de una vez debí ponerme firme en mi opción, corriendo algunos riesgos. Ante estas situaciones, fue importante ser sólida en las cuestiones técnicas y fundamentar. Y algo que aprendí, tal vez no tan rápido como me hubiera gustado, es que no hay que tomar las cosas de manera personal y pasar la página rápidamente. Me enorgullece contar que
nuestra empresa es liderada por mujeres. Que su equipo está constituido por hombres y mujeres. Y que eso es lo que nos enriquece.”
Las palabras son de Inés Di Nápoli, socia cofundadora, junto con María Laura Roberto, del emprendimiento marplatense Plataforma PUMA. Desde julio de 2016, la firma ofrece una solución tecnológica que permite a empresas agropecuarias digitalizar sus procesos productivos, obtener trazabilidad y generar conocimiento a partir de sus datos. Entre sus clientes mencionan a Virreyes Agropecuaria, Boortmalt, Prodeman, Agrouranga, El Hinojo, Menzio, Ayerza y Siete Árboles.
“En 2004 fundé Surco Fértil, una empresa dedicada a prestar servicios vinculados con la agricultura de precisión. De allí surgió la idea de Plataforma PUMA. En mi caso no sólo tuve la oportunidad de desarrollar una carrera como ejecutiva, sino de llevar adelante otro emprendimiento. En el mercado existen limitantes y barreras marcadas por la desigualdad de género. Pero, personalmente, creo que pueden convertirse en un motor de empuje y, en todo caso, ser de utilidad para redefinir una estrategia o rever una propuesta”, continúa la CEO de la startup, cuyo objetivo sigue siendo ganar escala en sus desarrollos.
Los servicios de Plataforma PUMA permiten geolocalizar cada campo y lote, junto con los datos que genera la evolución de sus cultivos. Entre ellos, índices de vegetación disponible y de protección, condiciones climáticas y mapas de rendimiento. El objetivo de esta analítica de datos es que esa información permita tomar deci
“Estamos en un proceso que abre puertas a muchas mujeres capaces. El beneficio de nuestros productos trasciende las cuestiones de género”.
siones estratégicas con posibilidades de éxito.
“También prevemos lanzar la primera calculadora de huella de carbono, para promover una agroindustria responsable y sustentable, y generar una diferencia competitiva internacional para nuestro país. Este cálculo, así como la medición de los gases de efecto invernadero que se producen en cualquiera de las etapas de los procesos productivos, es crucial para conocer cuán perjudicial pueden ser las acciones llevadas a cabo en cada campaña y ajustar lo necesario para disminuir el impacto ambiental”, completa.
“Mis responsabilidades consisten en interpretar las necesidades de los clientes y proponer ideas tecnológicas que resuelvan las problemáticas planteadas. Luego, el equipo de ingenieros en sistemas, agrónomos y expertos en finanzas se dedican al desarrollo integral. PUMA surgió escuchando a los clientes. Fue la materialización de esas necesidades y de una visión innovadora de la tecnología como herramienta”, precisa Di Nápoli, quien también es miembro de la Red de Mujeres Rurales, agrupación que se propone visibilizar a las mujeres rurales como agentes de cambio y promover la complementariedad de los géneros y la igualdad de los espacios.
HERRAMIENTAS
“Lo que me motivó a ser emprendedora fueron mis ganas de trabajar y desarrollarme en paralelo a ser madre. Generalmente, las mujeres tenemos un techo en ese sentido. Por eso son tan necesarias las políticas de género, para que las jóvenes que están iniciando sus carreras puedan contar con nuevas herramientas. Siendo emprendedora, pude tener seis hijos e integrarlos a mi vida laboral”, se enorgullece a su turno Jimena Sabor, socia de la cordobesa
“Tres de las cinco personas que lideramos áreas somos mujeres, con un lugar en la mesa de decisiones”.
Síntesis Biológica, junto con Estefanía Reati.
Fundada en 1996, la firma elabora microorganismos-bacterias, hongos y actinomices con certificación orgánica, denominados bioinsumos, capaces de promover el crecimiento de los cultivos o de funcionar como agentes de control de su ciclo completo, desde la implantación al crecimiento y desarrollo. Prevé finalizar 2020 con una facturación de 1.300.000 dólares, por
“Nunca sentimos que la cuestión de género fuese una limitante. En cambio, resulta muy fácil llegar a un techo cuando se trabaja para otros y no para una”. “Son necesarias las políticas de género, para que las jóvenes puedan contar con nuevas herramientas”.
sus ventas entre productores que destinan una proporción de su presupuesto para la innovación y la incorporación de nuevas tecnologías.
“La única forma de romper con los estereotipos es visibilizar a las mujeres que se desarrollaron en este campo. Estamos en un proceso súper interesante, que abre puertas a muchas mujeres capaces. Si bien en el sector del agro predominan los hombres, el beneficio de nuestros productos y nuestra tecnología trasciende cuestiones de género”, se entusiasma la directora general de la empresa que tiene a su cargo, además, el desarrollo de productos.
Sabor, también, participa de la Cámara Argentina de Bioinsumos, el Foro Productivo de la Zona Norte, la Red de Mujeres Rurales y la AgendaXlaIgualdad.
Sus objetivos, de este modo, consisten en seguir incrementando el alcance nacional de la
propuesta de la empresa y, en el mediano plazo, desembarcar en Europa. Con ese propósito, considera fundamental el trabajo de un equipo multidisciplinario conformado por dos biotecnólogas, dos biólogos y un microbiólogo, además de la articulación con las facultades de Ciencias Agrícolas y de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba, con quienes lleva adelante las diferentes líneas de investigación.
CREATIVIDAD
“Estudié sistemas y agronegocios. Primero trabajé en el área de tecnología para el agro de una empresa privada y luego me dediqué a la agricultura de precisión de manera inde
“Si una conoce sus capacidades, es cuestión de mostrarse firme ante cualquier situación”.
pendiente. Afortunadamente, el trabajo me permitió conocer a Ángeles Irazusta y, en 2014, decidimos asociarnos. Nunca sentimos que el género fuese una limitante. Sí es muy fácil llegar a un techo cuando se trabaja para otros. Tuvimos y seguimos teniendo un montón de situaciones difíciles que atravesar, ya que competimos con empresas monstruosas. De todas maneras, creemos que la forma en que llegamos al productor y la creatividad nos permite generar un nicho”.
La reflexión es, ahora, de Lisa Benítez, socia cofundadora de la empresa rosarina Rastros. Desde diciembre de 2014, ofrece servicios de información geográfica para implementar agricultura de precisión en unas 210.000 hectáreas, sobre todo de la provincia de Buenos Aires.
La emprendedora coincide en el evidente predominio masculino dentro del mundo del agro. Pero considera que el género no es el principal obstáculo que enfrenta. Por el contrario, entiende que el desafío continuo -y común a otros emprendimientos de agtech- es estar al día con el avance de la tecnología. Es, entiende, la única manera de adoptar las herramientas más avanzadas que están disponibles y hacérselas llegar al productor de la manera más sencilla posible.
“Hacemos estudios de campo, que permiten conocer la variabilidad productiva de los suelos. Brindamos información geo referenciada para un manejo por ambientes. De esta manera, se hace un uso más eficiente de los recursos y una producción más sustentable. Ofrecemos distintos mapas: de productividad que permiten hacer siembras y fertilizaciones más eficientes; mapas de riesgo hídrico, que delimitan las zonas con distintos niveles de anegamiento, lo que es muy importante al momento de comprar o alquilar un campo y a la hora de definir el área de siembra, e información proveniente de equipos agrícolas e imágenes satelitales”, precisa. •
“Nuestra empresa es liderada por mujeres y el equipo está constituido por hombres y mujeres”.