Productividad inclusiva
Inclusión y productividad rara vez se encuentran y son necesarias para reducir drásticamente la pobreza y la desigualdad. Requieren mayor calidad y cantidad de inversión en capital humano y físico.
Productividad e inclusión se necesitan mutuamente, y de modo especial en la Argentina, que no crece hace diez años, declina desde hace tiempo respecto de muchos países y aumenta la exclusión, sobre todo en el acceso a una educación de calidad y al empleo formal.
Sin productividad, la inclusión no puede financiarse y, sin inclusión, la productividad no puede sostenerse ni social, ni políticamente. Pese a esta gran necesidad, inclusión y productividad rara vez se encuentran. Por eso iniciamos en 2019 el proyecto PI (productividad inclusiva) en el IAE-Business School y en la Facultad de Ciencias Empresariales (Universidad Austral). La tarea se nutre de trabajos académicos, de numerosos casos de empresas, muchas de ellas pymes, y de un análisis de políticas públicas.
La primera conclusión es que, al menos para la Argentina, la política pro-productividad inclusiva debe centrarse en este tríptico.
1. Mayor calidad y cantidad de inversión en capital humano y en capital físico.
2. La inversión es para crear muchos empleos formales.
3. La la inversión en capital humano, permite a su vez reducir drásticamente la pobreza y la desigualdad.
La productividad inclusiva debería marcar el rumbo del que hoy carece la Argentina.
Las políticas se concentran en “la macro” de corto plazo (inflación, déficit, dólar, “planes”), tan imprescindible como insuficiente. No se advierte qué rumbo y “macro corta” se necesitan y se potencian, mutuamente.
Por ejemplo, si las políticas públicas alentaran claramente a la inversión, mejorarían también las expectativas de la “macro corta”, por el mayor crecimiento previsto. En lo concerniente a las empresas, de todos los tamaños, surge del estudio la relevancia de la calidad de las prácticas de management, de las organizaciones y de las relaciones laborales, tanto en los resultados como en mayor productividad e inclusión.
Las que muestran mayores oportunidades de mejora de la calidad del management son las pymes, y en especial las familiares.
En una muestra intencional realizada por el IAE a casi 600 empresarios y ejecutivos de empresas de todo tamaño y 80% nacionales, se encontraron resultados alentadores para la productividad inclusiva.
Del total de encuestados, 91% cree que la productividad es prioritaria o importante y 72% la mide.
Quizás el hallazgo más alentador es que 85% cree posible aumentar la productividad por ocupado sin reducir (68%) o aun aumentando personal (17%).
Esto indica que, incluso a nivel de empresa, la productividad inclusiva es posible.
En fin, un 60% cree posible la productividad inclusiva en la Argentina de hoy, a pesar del insuficiente apoyo oficial. Y32% ha encarado recientemente un proyecto de PI.
A la vez, no se trata de un cuento de hadas. Una estrategia de PI lleva bastante más de 4 años y por esta razón son imprescindibles acuerdos básicos entre partidos mayoritarios. Sin estos acuerdos, la credibilidad será escasa y los logros de la PI también, por su gran demanda de inversión.
No es fácil acordar en la Argentina. Pero varios países lo lograron, en circunstancias aún más desafiantes que las de nuestro aquí y ahora. Es prioritario recordar que, sin acuerdos básicos, nuestro país no podrá crecer sostenidamente, ni reducir la pobreza y la desigualdad.•