El acento en la gente del lugar
En San Martín de los Andes (Neuquén), el matrimonio de Gabriela Caraballo y Julián González tienen desde hace 10 años una franquicia de la marca del Turista. “A los chilenos les encantan los chocolates de del Turista, son los que más compran. De hecho en el local tenemos los precios expuestos tanto en pesos argentinos como chilenos”, contó Caraballo. Pero la pandemia los dejó sin turistas y casi sin ventas.
“2020 fue durísimo, ahora vendemos en un mes lo que antes se vendía en un solo día”, agregó. “Es que el lugareño no suele comprar chocolate, quizás sí helado. Encima, durante el comienzo de la cuarentena nos perdimos las ventas de Pascua y las de una carrera local que se llama Patagonia Run, que suele atraer público de todos lados del país y del exterior. Teníamos la mercadería calculada en base a estos dos eventos y se cortó todo; fue bastante bravo”.
Tal como ocurrió con otras marcas que usan chocolate, la merma por vencimiento de los productos durante la pandemia fue muy grave. “Perdimos muchísimo stock de mercadería y otro tanto donamos a hospitales, Policía y Gendarmería”, contó.
Respecto a 2019, la facturación de su local disminuyó 35%, sin tener en cuenta la inflación. Aplicaron para los ATP’s para los sueldos de los empleados. En San Martín de los Andes, a diferencia de otras ciudades, las restricciones fueron más laxas y solo estuvieron cerrados durante 15 días, hasta que pudieron retomar con delivery primero, y la venta en el local después. “Nos falta el público chileno, pero desde diciembre empezó a llegar el turismo local y ahora estamos más aliviados. Por lo menos ahora cubrimos el alquiler, los sueldos y estamos pudiendo saldar los crédito que tuvimos que pedir”, agregó Caraballo.
El matrimonio está acostumbrado a los eventos de la naturaleza: en 2011, ni bien inauguraron el local, las cenizas del volcán Puyehue dejó a la ciudad cubierta de cenizas. Acababan de llegar desde Buenos Aires, después de un lamentable hecho de inseguridad.
“En aquel momento el franquiciado de la marca del Turista de San Martín de los Andes decidió vender y nosotros aprovechamos la oportunidad. Él tenía otra franquicia en Villa La Angostura, pero se cansó de ir y venir. En ese entonces la ruta de los Siete Lagos era de ripio”, contó la emprendedora. Todo fue muy rápido, ellos se mudaron a la ciudad a comienzos de febrero y a fines de marzo ya estaban despachando chocolates desde su propio local; local al que no tuvieron que ponerle ni un clavo más y que además queda a unas pocas cuadras de su casa.
“A los chilenos les encantan los chocolates de del Turista, son los que más compran. En cambio, la gente del lugar no suele comprar chocolate, prefiere el helado”.