Una nueva apuesta
Marcelo Lanza tiene hace nueve años un local de Ominim en Comodoro Rivadavia y a fines de 2020, en plena pandemia y a casi una década de su primera apertura, inauguró un segundo local en el balneario de Rada Tilly, a 15 kilómetros de Comodoro, el principal polo petrolero de Chubut.
Durante 20 años Lanza había trabajado en ese sector, pero decidió que el mejor refugio para invertir sus ahorros eran las franquicias. Buscó algo que les asegurara continuidad en el tiempo y no fuera un negocio estacional y se decidió por Ominim.
Lanza continuó trabajando en relación de dependencia durante los primeros seis años de contrato, y el manejo del local lo llevaba su esposa.
“Ahora tenemos dos locales, a los que nos dedicamos cien por ciento. Incluso tenemos idea de abrir un tercer local. El balance de todos estos años es positivo, por supuesto que con mejores y peores momentos. El rubro regalería abarca
productos de muy bajo precio al más alto y le da siempre opciones de compra al cliente. Es el menos afectado por las crisis”, opinó.
Por la pandemia, durante 2020 tuvo el local de Comodoro Rivadavia cerrado durante 55 días y sin poder vender nada. Cuando se habilitaron permisos de circulación trabajó con delivery hasta que, con horarios reducidos y con restricciones de atención por DNI, pudo reabrir sus puertas. “A nivel de ventas la actividad se normalizó en octubre, para el Día de la Madre”.
A lo largo del año pasado, calculó, sus ventas se redujeron 50%. Aun así, Lanza decidió invertir en su segundo local. “Con el delivery comprobamos que teníamos mucha clientela de Rada Tilly, la mitad de los pedidos eran de allí. Muchas grandes marcas tienen también su sucursal allá así que decidimos probar. Concluimos que, de última, lo amortizábamos con las ventas de diciembre, que es un buen mes por las fiestas; y que en el peor de los casos, lo invertido volvía al local de Comodoro”, agregó Lanza, quien concretó la apertura el 5 diciembre. Entre alquiler, mobiliario y mercadería el emprendedor invirtió alrededor de $900.000. “Gran parte ya se recuperó con las ventas de las fiestas, pero todavía hay proveedores a los que hay que seguir pagando. Eso es lo bueno de una franquicia, la empresa me respaldó negociando la financiación con los proveedores”.
En Comodoro Rivadavia, Lanza emplea 3 personas y Rada Tilly atiende él personalmente, por el momento: se está tomando el tiempo necesario para analizar las ventas y decidir cuánta gente va a necesitar.