Chevanne Helados
Quilmes
Un canal de ventas por Whatsapp, el desarrollo de una app propia, la entrega a domicilio y un aumento de la inversión publicitaria fueron las principales medidas adoptadas por Chevanne Helados para resistir en el hostil contexto de la pandemia.
”Fue un plan de contingencia que nos permitió generar ventas durante el invierno superiores a la de otros años, fidelizar a nuestros clientes habituales y también para ganar nuevos clientes”, enumeró Emiliano Chifanie, segunda generación de la empresa y director de marca. “Paralelamente adelantamos la implementación de un formato de franquicias que estaba pensado para más adelante”.
Chevanne Helados nació en 1986 en Quilmes, en la zona sur del Gran Buenos Aires. Miguel Chifanie, tío de Emiliano, se propuso empezar a producir helados de forma casera, con tan buena recepción en el barrio que en pocos años el negocio requirió inversiones en maquinaria y poco después la construcción de una planta industrial, con tecnología de última generación.
Para entonces la empresa se había especializado en el canal mayorista, atendiendo a kioscos, almacenes, supermercados, restaurantes, heladerías, etc. En la actualidad la marca cuenta con 16 locales mayoristas distribuidos en el Gran Buenos Aires, y La Plata, que además de helados comercializan otros alimentos congelados como pizzas, empanadas, panes, medialunas y baguetines.
“Con los años el negocio cambió. Lo que era el exclusivo canal mayorista se flexibilizó y hoy tenemos un gran caudal de consumidores finales, a través de la franquicia “Yeti, Fans del Helado”. Lo mismo ocurrió con la estacionalidad de la producción: antes se trabajaba de agosto a abril y se cerraba durante todo el invierno. Ahora trabajamos todo el año”, explicó Chifanie.
Otra de las iniciativas consistió en dar forma a un proyecto de franquicias que estaba en carpeta, pero sin que le hubieran dedicado atención desde hace bastante tiempo. En noviembre inauguraron su primer local franquiciado, en la vecina localidad de San Fancisco Solano. En diciembre abrió una segunda franquicia, en Quilmes. Se trata de heladerías preparadas para funcionar todo el año, con despacho de café, medialunas y tostados.
Durante el año pasado la empresa sacó nuevos sabores de helados, desarrolló nuevos papackaging para sus productos envasados y por
“Armamos un plan de contingencia que nos permitió generar ventas durante el invierno superiores a la de otros años, fidelizar a nuestros clientes y ganar nuevos”.
Emiliano Chifanie
primera vez pautó publicidad en canales de TV. También invirtieron en el desarrollo de su aplicación para telefonía celular, Tienda Chevanne, disponible en Play Store.
Una decisión fuerte para reforzar las ventas durante el año de la pandemia fue “pisar” los precios.
“Nos propusimos aguantar sin actualizar los precios hasta donde pudiéramos. Hicimos un ajuste en agosto y tuvimos que hacer otro en noviembre porque el costo de muchas materias primas se disparó. Perdimos una franja de consumidores, pero el negocio se tornaba inviable. La alternativa era resignar calidad y eso no lo íbamos a hacer”.