Hoteles que reabrieron sus puertas: tres casos
Estuvieron cerrados durante meses y volvieron a la actividad con mucha lentitud y una lista de protocolos. Nos metimos en ellos y vimos cómo funcionan. por MARIANA ROLANDI
Antonella Scoccimarro, gerente de Marketing del Hotel Madero de Buenos Aires, contó que en la segunda quincena de agosto reabrieron con una persona que se hospedó para una intervención en la columna. A partir de allí comenzaron con una lenta reapertura. Abrieron para los argentinos y algunos visitantes de la región autorizados. “Con la garantía del sello Safe Guard del Bureau Veritas, la apertura se realiza luego de un trabajo completo de adecuación de los procedimientos y protocolos de seguridad e higiene, que incluyeron la incorporación de productos de calidad hospitalaria, reforzando los estándares de limpieza”, dijo Scoccimarro. En noviembre, comenzaron a recibir al turismo, con una limitada cantidad de habitaciones.
“Perdimos arriba de 60 millones de pesos. En todos los meses de inactividad se mantuvo la estructura, con el staff completo. Aun con el apoyo del Gobierno, el endeudamiento es muy significativo y se incrementará en el transcurso de este año. En relación a la ocupación del hotel, antes de la
pandemia la operación anual era del 80%; ahora cerramos el año con un 15% de ocupación. Debido al cierre de fronteras estamos teniendo muchas cancelaciones, sobre todo en la última semana de diciembre, de extranjeros que optaban por venir al hotel a pasar fin de año, incluso huéspedes frecuentes, y no pudieron llegar”, relata la Gerente de Marketing.
Para el Viejo Hotel Ostende no fue tan grave. Cierra durante los primeros meses del otoño, y reabre en el verano. Sólo que, en esta ocasión, con restriccicones. “Bajamos la capacidad disponible a 70%, de modo que estamos trabajando con fluctuaciones entre 50% y 60% de la capacidad completa”, explica Roxana Salpeter, dueña de este emprendimiento que ya tiene más de 100 años.
“Nos preparamos para trabajar de manera segura tanto con las capacitaciones impartidas por el municipio de Pinamar como con capacitaciones en seguridad e higiene que contratamos de forma privada”, dijo Salpeter, quien agregó que todos los colaboradores del hotel disponen del material necesario para realizar su trabajo y están capacitados en los protocolos de higiene y seguridad para poner en prácticas los procedimientos estipulados por la OMS. Agregó que gestionaron el sello Safe Travel del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) y obtuvieron además el Sello Pinamar Segura, otorgado por la Municipalidad de Pinamar a los establecimientos que cumplen con los requisitos de bioseguridad.
Ibis Mendoza estuvo cerrado 10 meses, a pérdida, ya que esta provincia tiene turismo durante todo el año, en gran parte por las rutas del vino que se realizan en todas las estaciones.
Hoy están trabajando con más de 150 protocolos, entre los que se incluyen: control de temperatura y cubrebocas para colaboradores y huéspedes; disposición de alcohol gel en espacios comunes; aumento en la frecuencia de actividades de limpieza y desinfección en zonas de alto contacto; check in y check out sin contacto. Este último punto es muy importante, ya que por disposición del gobierno de Mendoza la limpieza de las habitaciones se
días.• realiza todos los