Bears Rosario
Bears nació en septiembre de 2011 como un eslabón de venta minorista de la metalúrgica Torresetti de ña ciudad de Granadero Baigorria, próxima a Rosario. La propuesta fue diseñar y fabricar artículos personalizados y exhibidores de venta (conocidos también como materiales POP).
“En un primer momento ocupamos el primer piso de la planta industrial y en 2016 se decidió mudar el emprendimiento al barrio Pichincha, en la zona de facultades de Rosario. La propuesta era llegar al público joven con productos vanguardistas, que en muchos casos eran producidos en Torresetti. Pero luego fuimos incorporando artículos de emprendedores nacionales, como jabones y velas artesanales, pantuflas, artículos de cuchillería. Todos los productos se podían personalizar, con una impresión, o un packaging a medida del cliente”, dijo Lucila Fidelio, titular y directora creativa de Bears.
Pero en marzo la cuarentena obligó a cerrar las puertas durante varias semanas. Y más tarde, cuando fue autorizado el regreso a la actividad del comercio minorista, la ausencia del target estudiantil y de público en general redujeron las ventas a una mínima expresión.
Al mismo tiempo, Lucas Torresetti, uno de los responsables de desarrollo
de producto en la empresa familiar, empezó a diseñar una máquina sanitizante de manos automática, que no requería contacto del usuario. Algunos empresarios conocidos se identificaron con el proyecto y se asociaron para fabricar primero el prototipo y encarar luego la producción en serie. El equipo empezó a comercializarse a través de Bears, permitiendo posicionar a la empresa familiar como referente en soluciones para la emergencia sanitaria.
Fidelio contó que al principio el equipo se vendió muy bien, pero la aparición de alternativas más simples y económicas les hizo perder participación de mercado rápidamente. Pero no impidió que recibieran pedidos de otros proyectos de ingeniería para hacer frente a la situación de pandemia. Mientras tanto la venta en Bears había empezado a moverse de la mano de algunos productos de la oferta original de la firma.
“Se activó fuerte la demanda de alfombras sanitarias, así como de fraperas de plástico y chapa, que muchas vinotecas y bodegas encargaban para reforzar la estrategia de marca, en catas y eventos online. Creo que vendimos fraperas a la mayoría de las bodegas del país”, dijo Fidelio. Agregó que entre los productos que imprimían (con un nombre, bienvenida, etc) figuraban las alfombras atrapa polvo de ingreso. Esto se constituyó en el antecedente de la línea de productos denominados Pediluvios, de la empresa.
“Adaptamos estos artículos, que ya producíamos, a los protocolos sanitarios, con una media estándar y con grandes prestaciones para higienizado de la demanda masiva, por ejemplo en bandejas con pozo húmedo, con agua e hipoclorito de sodio, o sal de amonio cuaternaria, o tacos anti deslizantes, a todo lo cual se le puede aplicar una impresión a gusto del cliente”.