La red de Propymes
Texproil es el nombre de una empresa metalúrgica de Cipoletti, Río Negro, especializada en la fabricación de productos para la industria del gas y el petróleo. Con una activa participación en Vaca Muerta, como proveedor de Pan American Energy (PAE), la firma exporta entre 35% y 45% de su facturación y en los últimos diez años su dotación de personal creció 200%. Por su parte, Miguel Abad es una empresa de Burzaco (Buenos Aires) dedicada a la producción de componentes mecánicos para grúas y otras actividades de carga y elevación. Cuenta en la actualidad con 45 trabajadores, tiene una subsidiaria en Brasil y exporta el 70% de su producción a más de 20 países.
Más allá del perfil ingeniería-intensivo y del crecimiento exponencial que exhiben ambas empresas en los últimos años, un punto en común las relaciona: forman parte del programa Propymes, la cadena de valor del Grupo Techint.
Propymes tiene la particularidad de reunir a clientes y proveedores, en una red que a fines del año pasado agrupaba a 848 empresas chicas y medianas.
El programa comenzó en diciembre de 2002, -a un año del estallido social que terminó con el gobierno de De la Rúa- con el propósito de fomentar la reactivación del tejido industrial local, con acciones de ayuda a las pymes clientes y proveedoras a través de un programa corporativo integral de apoyo a su cadena de valor. En 2003 concretaron la primera selección, con 165 pymes “piloto” beneficiarias del programa de estímulo, que ya rozan las 850. Se trata de empresas pyme del sector metalmecánico y de servicios petroleros. Los apoyos son aplicados en áreas de gestión industrial, capacitación y recursos humanos, financiera, comercial, institucional, y responsabilidad social empresarial. También hay presente un programa Propymes que Techint desarrolla en México desde 2006. Durante un corto período (2004-2008), también lo llevó a cabo en Venezuela, cuando controlaba Sidor.
Desde sus inicios, más de 23.000 personas se capacitaron en el marco de distintos planes de consultoría, asistencia, transferencia de tecnología y desarrollos de protocolos y sucesión familiar, entre otros. Los créditos otorgados por la controlada Ternium Siderar a sus clientes, integrantes del programa, superan los US$ 57 millones. Las exportaciones de los proveedores de Exiros ascienden a US$ 191 millones. “Interactuamos de distintas formas para beneficio de ambas partes. En primer lugar nos une la vocación de privilegiar la Investigación, Desarrollo e Innovación. Para eso, Tenaris nos aporta información y expertise en el desarrollo de nuevos materiales, en diseño de productos, en gestión de patentes y de licencias propietarias”, dijo Fernando García, titular de Texproil, durante una mesa redonda que compartió con Daniel Abad, en el seminario de fin de año de Propymes.
Abad destacó el papel de nexo de Propymes con las diferentes empresas del grupo en el exterior, lo cual le ha permitido exportar a los gigantes Tamsa y Ternium, de México.
“Soy un convencido de que no podemos competir por precios, sino con calidad, y para eso focalizo mi estrategia de competitividad a partir de la innovación. Esa es la clave que explica por qué nuestras ruedas pueden durar entre tres y cuatro veces más que las de la competencia”, aseguró.
Roberto Franco, presidente de Franco Fabril, también integró el panel. Fabrica agropartes, con plantas en la cordobesa Arias y la santafesina Venado Tuerto. “Somos partidarios de mejorar permanentemente en términos de calidad. Eso implica no sólo certificar normas, sino también invertir en maquinaria, innovar, mejorar las competencias de los recursos humanos, etc. Desde que en 1992 compramos el primer torno CNC no hemos dejado de invertir y tenemos un permanente apoyo y asistencia al Colegio Industrial de Arias, donde promovemos las pasantías de sus estudiantes”, explicó Franco.
El empresario dijo que obtuvo a través de Propymes créditos por casi $ 1 millón, para mejorar y ampliar la capacidad instalada de sus plantas y también para la capacitación de 45 de sus “colaboradores”, como los definió.
El otro integrante del panel fue Jorge Balán, presidente de Industrias Secco. Desde Rosario, Industrias Secco se dedica a la generación de energía eléctrica, a la compresión de gas y a la producción de equipos para la industria petrolera. Entre sus clientes figuran no sólo empresas de Techint como la petrolera Tecpetrol y Techint Ingeniería, sino también la estadounidense Halliburton. ”Estoy a favor de la industria nacional, pero sin fanatismos. De hecho, mi lema es no hacer lo que no se puede”, planteó, no sin humor, Balán.