DETECTOR DE GAS
Juan Ignacio Ruiz Díaz (28) y Emanuel Córdoba (25) son amigos y compañeros de la carrera de Ingeniería Electrónica de la Universidad Nacional del Sur (UNS) en Bahía Blanca. Para la materia Computadoras Digitales, de cuarto año, debían realizar un proyecto que integre todos los conocimientos adquiridos y se propusieron trabajar con las intoxicaciones de monóxido de carbono (el CO es un gas inodoro, incoloro y que no irrita las mucosas). Los estudiantes diseñaron y construyeron “deteCtOr”: se trata de un aparato electrónico portátil que es “capaz de detectar CO en concentraciones peligrosas y dar una alarma visual y sonora”, de acuerdo con Ruiz Díaz.
También se asesoraron con especialistas y advirtieron que muchas personas pueden quedar paralizadas ante una fuga de gas elevada para dar el aviso de alarma en la casa. “Es por eso que incorporamos un modem GSM –con la misma tecnología que los celulares– que permite, en caso de que se active la alarma, llamar automáticamente a varios celulares previamente agendados, para que acudan lo más rápido posible a la vivienda”, detalla Ruiz Díaz. La inversión inicial fue de $ 3.500, para comprar los componentes electrónicos. La universidad les facilitó las herramientas y equipos para llevarlo a cabo y testearlo. Actualmente, el proyecto está en fase de prototipo y planean registrarlo como un “modelo de utilidad”. “El deteCtOr incorpora una mejora significativa con respecto a otros dispositivos similares”, según Ruiz Díaz. “Estamos ensayando diferentes sensores, con el objetivo de garantizar la medición y la vida útil del dispositivo, trabajamos para reducir el consumo energético y queremos lograr un diseño atractivo para que se integre con el entorno de una vivienda y sea agradable a la vista”, enumera. Además, están participando en diferentes concursos de emprendedores que aportan capital semilla.
“Con base en los cálculos de costos que realizamos, deteCtOr tendrá un precio final de $ 1.650, dentro de un mercado donde el rango de precios de productos existentes es entre $1.200 y 2.200”, detalla Ruiz Díaz. Agrega: “A futuro nos interesa, una vez lograda la versión comercial, brindar un servicio de posventa de monitoreo de cada aparato e incorporarle conectividad Wi-Fi para crear redes de sensores que puedan ser administradas por un servidor central, para reducir costos”.