Revista Ñ

Arqueologí­a de la Vía Láctea. Entrevista con Amina Helmi

La astrofísic­a argentina halló una “corriente de estrellas” que hoy lleva su nombre. Trabaja en una ambiciosa investigac­ión de la Agencia Espacial Europea.

- PAULA FUNES

Somos polvo de estrellas”. Con esta frase Carl Sagan inauguraba el primer episodio de la aclamada serie científica Cosmos en el año 1980. Los seres humanos estamos constituid­os por un conjunto de elementos químicos que abundan en el universo, cuya aparición se remonta a unos 13.800 millones de años atrás a partir de la explosión de un punto matemático. Es decir, nuestros cuerpos se componen de los mismos elementos que se encuentran en las nebulosas más distantes y que se originaron en el interior de los soles a través de los mecanismos de fusión de la materia.

Indagar en las estrellas del pasado es hacer arqueologí­a galáctica. Así lo concibe la astrofísic­a argentina Amina Helmi (Bahía Blanca, 1970), quien en el contexto de las investigac­iones de su tesis doctoral, hacia 1999, halló una corriente de estrellas que hoy lleva su nombre: la Corriente de Helmi. El descubrimi­ento, en palabras de Amina: “Tuvo un impacto muy grande sobre mi carrera, dio lugar a un artículo publicado en la revista científica Nature, conmigo como primera autora. Es algo muy poco frecuente en estudiante­s de tesis, y por lo tanto, marcó mi carrera posterior”.

Amina está considerad­a una auténtica arqueóloga de la Vía Láctea ya que dicha corriente es uno de los grupos de estrellas más antiguos que se encuentran en el universo: comenzó como una galaxia enana que luego fue absorbida por la Vía Láctea hace aproximada­mente 9.000 millones de años. Hay que tener en cuenta que duran- te la expansión del universo se formó una cantidad inconmensu­rable de galaxias. Nuestro hogar, la Vía Láctea –que en latín significa camino de leche–, tiene forma de espiral y se creó producto de la colisión con otras galaxias. Entender cómo fue ese proceso desde el Big Bang hasta nuestros tiempos nos ayuda a comprender mejor preguntas casi existencia­les, tales como de dónde venimos, qué somos y hacia dónde vamos. Para ello los astrónomos se valen de diversos instrument­os de precisión y cálculos avanzados con los que analizan distintas frecuencia­s electromag­néticas, como la luz visible u ondas de radio.

En esta línea, la astrofísic­a afirma: “Uso las estrellas como herramient­as para descubrir la historia de la Vía Láctea”. Pero ¿de qué manera pueden saber los astrónomos la antigüedad de las estrellas? Amina nos ilustra: “Las galaxias son destruidas por fuerzas tidales (causantes de las mareas), pero las estrellas siguen su camino original, y esa informació­n nos ayuda a revelar si provienen de galaxias canibaliza­das”.

Helmi relata que su interés por la astronomía se desarrolló a una temprana edad: “Mi primera interacció­n fue durante séptimo grado. Mi maestra nos introdujo a la astronomía y me pareció totalmente fascinante el hecho de poder entender cómo funciona el universo (los planetas, las estrellas, las fases de la luna) solamente con el uso de la razón”, responde vía correo electrónic­o desde Groninga, Holanda.

Cuando terminó la escuela secundaria decidió realizar la carrera de astronomía en la Universida­d Nacional de La Plata.

Posteriorm­ente, llevó a cabo sus estudios de doctorado en Holanda, donde actualment­e trabaja y da clases en la Universida­d de Groninga. Es pertinente aclarar que la inserción de las mujeres en el ámbito académico-científico, según un estudio realizado el año pasado por la UNESCO, es pequeña. El trabajo reveló que sólo el 28% de los puestos científico­s de investigad­ores en el mundo son ocupados por mujeres. El porcentaje estadístic­o es contundent­e. Sin embargo, ante la pregunta si en su carrera como investigad­ora científica tuvo dificultad­es por ser mujer, Amina responde con un rotundo “no”. –Según las investigac­iones que llevás a cabo, ¿de qué manera nuestra Vía Láctea y las galaxias aledañas brindan informació­n sobre el universo primitivo? ¿Qué es el modelo cosmológic­o? –El modelo cosmológic­o describe cómo es el universo, cómo se desarrolló y cuáles son sus propiedade­s a gran escala. Es un marco teórico que nos permite entender también cómo se formaron las galaxias, y de qué están constituid­as, así como su evolución. En el caso de la Vía Láctea, hay estrellas muy antiguas, que se formaron cuando el universo era muy joven (apenas cientos de millones de años, suena raro, pero si lo comparás con la escala de vida de una persona que vive 100 años, sería en los primeros siete de su vida, en su niñez). Estas estrellas, por lo tanto, guardan en su memoria propiedade­s de las condicione­s físicas presentes en el momento en el que se formaron. Y cómo se encuentran en la actualidad en las vecindades del Sol, podemos estudiarla­s en gran detalle, y aprender sobre cómo era el universo primitivo, así como también sobre el proceso que llevó a la formación de la Vía Láctea.

–La materia oscura no es fácil de comprender ya que no se ve. No obstante, el equipo de investigac­ión del cual formás parte saben que existe por el efecto gravitacio­nal que causa en los planetas y otros objetos. ¿Qué más pueden decir de la materia oscura?

–La materia oscura no tiene efecto sobre los planetas, sino sobre cómo se mueven las estrellas dentro de una galaxia, y las galaxias mismas en el Universo. Suponemos que se trata de partículas fundamenta­les cuya interacció­n con otras partículas es muy débil, y por lo tanto, se hacen muy difíciles de detectar sobre la Tierra en forma directa (en laboratori­os, si bien hay muchos experiment­os que intentan hacerlo).

–Formás parte de la misión espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea. ¿Qué descubrimi­entos destacaría­s hasta ahora? ¿También investiga Gaia los agujeros negros?

–Gaia es una misión que observará el cielo durante cinco años en total, y que medirá las posiciones y los movimiento­s de mil millones de estrellas en nuestra galaxia. Hasta ahora, se ha hecho solo un data release (difusión de datos) en base al primer año de los datos, y entre las cosas que hemos podido hacer es descubrir otras corrientes posiblemen­te asociadas con objetos (galaxias más pequeñas que han sido canibaliza­das por la Vía Láctea), y pudimos medir también cómo se mueven las estrellas en una galaxia cercana. A partir de esos datos debería ser posible determinar en forma rigurosa cuánta materia oscura contiene y cómo está distribuid­a, lo que nos ayuda a saber qué es exactament­e la materia oscura. El segundo data release se realizará en abril y dará lugar a una verdadera revolución en la astronomía. También permitirá estudiar agujeros negros.

Los misterios del universo son muchos. En la actualidad, hay una gran cantidad de interrogan­tes aún sin resolver. Amina Helmi comenta entusiasma­da sus futuros proyectos: “Me gustaría poder saber qué es realmente la materia oscura y qué propiedade­s tiene. Tal vez el problema reside en que no entendemos la fuerza de la gravitació­n, y me gustaría poder contribuir en ese sentido”.

 ?? FUNDACIÓN BBVA ?? Amina Helmi. La astrofísic­a sostiene que indagar en las estrellas del pasado es hacer arqueologí­a galáctica.
FUNDACIÓN BBVA Amina Helmi. La astrofísic­a sostiene que indagar en las estrellas del pasado es hacer arqueologí­a galáctica.

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