Qué es el “nuevo cine cordobés”
A diferencia de otras experiencias provinciales, lo que sucedió en Córdoba en los últimos 10 años no es el fruto de una voluntad planificada, sino la lógica consecuencia de varios fenómenos relacionados al cine (decenas de sofisticados cineclubes, renovación generacional en las escuelas de cine, aparición de revistas, nuevos productores, un festival) que dieron como resultado lo que hoy se llama, convenientemente, “Nuevo Cine Cordobés”.
Paula Markovitch, Santiago Loza, Liliana Paolinelli, Sergio Schmucler, Rodrigo Guerrero, Teodoro Ciampagna y el mismo Ruiz se cuentan entre los pioneros de esta movida mediterránea que no se detiene.
En efecto, el cine contemporáneo cordobés se consolidó desde entonces en cantidad y variedad. Un bienvenido número de mujeres filmaron: Inés Barrionuevo estrenó Atlántida; Gabriela Trettel, Soleada; Maru Aparicio, Las calles; María Pintor, Algas; Agustina Comedi, El silencio es un cuerpo que cae y Ada Frontini, Escuela de sordos. A su vez, Mariano Luque se consolidó con tres largos (Salsipuedes, Otra madre, Los árboles), que pasaron por Cannes, Rotterdam, Berlín y San Sebastián. De la productora El Calefón nacieron películas clave como Criada y Yatasto. Y así se podrían sumar otros nombres y títulos, porque la heterogeneidad es indesmentible: La película de Manuel, La mirada escrita y Construcciones, tres notables películas recientes, vindican el mejor cine independiente y el mejor cine de género.
Sin duda, Rosendo Ruiz es el cineasta más conocido de esta camada. Pero no está solo. He aquí algunos jóvenes directores que brillarán en el futuro: Nicolás Abello y Fernando Restelli. Esto recién comienza.