Trump ante un EE.UU. astillado
“Donald Trump es un indicador más de la decadencia de la democracia liberal que se desarrolla después de la Segunda Guerra Mundial, en Estados Unidos pero también en otros países como España, Alemania y Francia. En el caso de Estados Unidos, esto también se expresó anteriormente con el auge tremendo que tuvo ese candidato alternativo que movilizó a la juventud como fue el demócrata Bernie Sanders”. “Necesitamos un concepto más preciso que ‘desigualdad’. El tema es si la economía está dejando más gente afuera de lo que estamos midiendo. Por ejemplo, la categoría de ‘desocupado a largo plazo’ no contempla el caso de aquellos que nunca han tenido un puesto de trabajo o que no lo han tenido por un año o más. ‘Desplazado’ es otra palabra ambigua. El resultado es que los números lucen mejor. Pero excluir estas realidades de las medidas básicas que usan los estados es el equivalente a una “limpieza étnica” que yo describo como “limpieza económica”. “La ciudad nos muestra, a menudo con una claridad brutal, quién gana y quién pierde. En el caso de las viviendas, grandes ciudades de Occidente han expulsado clases modestas del espacio urbano para construir edificios de lujo. Las clases medias modestas han perdido terreno. Es el empobrecimiento de esa clase media que se vio como en una expansión que no iba a acabar, que genera un término como ‘gentrificación’, que se da con la pérdida de lo ganado con trabajo duro y con una ilusión de que a cada nueva generación le iría mejor y mejor”.
(En entrevista con Paula Lugones publicada en Ñ el 5 de noviembre de 2016)