“Apostamos a la construcción colectiva de la memoria”
El 30 de agosto de 2001, en coincidencia con el Día Internacional del Detenido Desaparecido, se realizó el acto de inauguración de la plaza de acceso al Parque de la Memoria - Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, un singular predio de catorce hectáreas sobre la margen del Río de la Plata, en el rincón norteño de la ciudad de Buenos Aires, que dos décadas después, y mientras apuesta a la virtualización obligada por la pandemia, revisa estos veinte años de recorrido a través de un diálogo entre Ñ y Nora Hochbaum, directora general del espacio desde el año 2008.
–¿De qué manera se transforma la construcción de la memoria colectiva desde el parque según pasan los años?
–Para el Parque de la Memoria es fundamental la idea de construcción permanente y colectiva de la memoria. Es uno de los pilares desde su fundación por parte de los organismos de derechos humanos, y eso implica a la sociedad en su conjunto, pero en especial a las nuevas generaciones. Por eso, las nuevas herramientas son importantes en nuestro proyecto de arte, política, educación y memoria, al tiempo que permanece el objetivo central, el Monumento a las Victimas del Terrorismo de Estado, sus nombres, sus edades, quiénes eran y qué soñaban. También permanece la idea de la inclusión de nuevos derechos, de tener una memoria viva. ¿Qué nos falta? Seguir encontrando nietos, seguir buscando justicia, eso nos traerá a todos más verdad, más y mejor democracia. –¿Cuáles son para usted los momentos más importantes en la historia del parque de los últimos 20 años?
–Sin duda, elegiría el día que se inauguró el Monumento en el año 2007, fue el día que todo cambió para las madres, las abuelas, los familiares y para la sociedad en su conjunto. Elegiría cada día que yo misma llego al Parque y veo escuelas, jóvenes haciendo un pícnic, un familiar delante de la placa de su hijo, su hermano o su amigo.
–“La persona que entra a un espacio de la memoria no sale de la misma manera”, dijo usted en una entrevista. ¿De qué modo se opera ese cambio en los visitantes del parque?
–No hay forma de entrar y recorrer el parque (sea en una bicicleta, en un patín o caminando, incluso sin saber dónde se entra) sin encontrarse con el Monumento o las esculturas. Ante eso, siempre hay una pregunta, una reflexión, un recuerdo, una historia. Lo vemos a diario con los visitantes espontáneos, con los escritos que dejan en nuestro libro de visitas, en nuestras redes, en las preguntas a nuestros trabajadores y guías. Es constante y es lo que más esperamos: trabajamos para que sucedan esas preguntas de nuevos públicos. –¿Cómo se adaptó la actividad del parque a la pandemia?
–Nos reconvertimos con un enorme trabajo profesional, también desde las redes y con todos nuestros equipos de trabajo. Nos vinculamos con nuevas instituciones, tuvimos tiempo para proyectos postergados de publicaciones, de actualizaciones de archivos, de visualizar el trabajo de más de 10 años de la sala PAyS y sus exposiciones. Además, readaptamos nuestra web, trabajamos con los docentes y los artistas a la distancia. Y reforzamos nuestra campaña de la Exposición Identidad, que debíamos inaugurar el 20 de marzo de 2020. Ahora, 2021 nos encontró con la sala y el Parque abiertos y con nuestra programación activa: continuamos con la muestra Identidad hasta mayo y tenemos un calendario de dos exposiciones más hasta fin de año y actividades al aire libre. Mientras la situación nos acompañe, trabajaremos de manera mixta (presencial y remota) en un año complejo.