CUANDO EL CALCIO SE VUELVE NOCIVO
Los niveles elevados de calcio pueden derivar en la formación de cálculos renales, generar deficiencias en el funcionamiento de los riñones y promover los depósitos de calcio extra óseos, por ejemplo, en los tejidos blandos y las arterias. Cuando esto ocurre aumenta, además, su presencia en sangre y orina.