Alzheimer: Lo que debemos saber sobre esta enfermedad
Es un mal considerado una demencia, que afecta mayoritariamente a mujeres de entre 50 y 90 años de edad.
Las demencias son un grupo de enfermedades del cerebro, orgánicas y crónicas, caracterizadas por un deterioro múltiple de las funciones cognitivas (inteligencia, aprendizaje, memoria, orientación, concentración, etc.) sin alteración de la conciencia. Dentro de este grupo, la Enfermedad de Alzheimer representa más del 50 por ciento de los casos.
“Seguramente Alois Alzheimer jamás habrá imaginado la repercusión actual de la enfermedad que lleva su nombre”, afirma el doctor Saúl Félix Salischiker, coordinador del Área de Psiquiatría de Clínica Constituyentes. Y agrega: “Este neuropsiquiatra expuso en 1906 el primer caso en el cual corroboró las lesiones conocidas hoy como características de la enfermedad (presencia histopatológica de placas neuríticas o seniles y ovillos de neurofibrillas, que provocaron el deterioro del cerebro de la paciente), en varios años, hasta su fallecimiento a los 56 años (el caso de Auguste D)”.
Cómo llegar al diagnóstico
Para definir la Enfermedad de Alzheimer, o como decimos hoy Demencia tipo Alzheimer, hace falta diagnosticar:
Deterioro de la memoria (no sólo para recordar información aprendida, sino también deterioro de la capacidad para aprender nueva información)
Una o más de las siguientes alteraciones cognoscitivas: Alteración del lenguaje Deterioro en la capacidad de llevar a cabo actividades motoras (tejer, escribir, dibujar, etc.)
Falla en el reconocimiento o identificación de objetos (una lapicera, un reloj, un martillo, etc.)
Alteración en la planificación, organización y abstracción (planificar actividades, organizar un grupo de números siguiendo un orden o comprender una metáfora).
“El curso de la enfermedad es de inicio gradual y el deterioro es continuo. Si es descubierta en sus comienzos y se sigue un tratamiento, es posible detener el avance. Sin embargo, al momento no se ha encontrado la forma de revertirla”, agrega el médico consultado. Y continúa: “Hay dos tipos de síntomas conductuales, los síntomas positivos (delirio, alucinaciones, agresividad) y los síntomas negativos (apatía, desgano, abandono). A medida que va avanzando la enfermedad, va provocando un
daño significativo en la actividad laboral o social del paciente, ya que no puede tener vinculación con el entorno debido a las fallas en la memoria, el leguaje y la falta de coherencia.”
Mayor frecuencia entre mujeres
El rango de edad en el que suele aparecer el Alzheimer es entre los 50 y los 90 años.
A medida que aumenta el tiempo de vida de las personas, aumentan los casos. Por lo tanto, los factores de riesgo son la edad, ocurre con mayor frecuencia dentro de la población femenina, la historia de traumatismo craneoencefálico y el nivel educacional bajo.
En cuanto a la enfermedad de Alzheimer hereditaria es rara, y no supera el 5 por ciento de los casos. El diagnóstico es muy importante. El mismo se basa en la evaluación clínica, la evaluación neuropsicológica (test para la función intelectual, para el lenguaje, la memoria, las capacidades visuoespaciales, la función ejecutiva y la función motora) y las técnicas de neuroimagen, que cada vez tienen un papel más importante (la tomografía computada y la resonancia magnética son las más recomendables, como rutina de una evaluación de una demencia).
En la actualidad, el sobrepeso y la obesidad son el quinto factor principal de riesgo de muerte en el mundo. Según los últimos datos de la OMS, 1.400 millones de adultos mayores de 20 años padecen la enfermedad y de ese total, 21 por ciento son mujeres.