LAS DIFERENCIAS CON ARTROSIS
A diferencia de la artrosis, que se hace notar después de hacer algún ejercicio o algún esfuerzo físico, la artritis reumatoide suele aparecer por la mañana y va desapareciendo progresivamente a medida que el paciente ejerce su actividad diaria. La inflamación de las articulaciones afectadas causar dolor, rigidez articular y puede generar abultamientos duros (nódulos reumatoides) en las zonas de roce de la piel, como los codos, el dorso de los dedos de las manos y de los pies, e incluso pueden encontrarse en el interior del organismo. El daño articular, cuanto más severo, altera la calidad de vida y aumenta la discapacidad motriz; por lo que un tratamiento temprano resulta esencial. La AR también puede producir algo de fiebre y, en ocasiones, una inflamación de los vasos sanguíneos (vasculitis) que provoca lesión de los nervios o úlceras en las piernas. La sequedad de la piel y las mucosas son otra señal de que se está padeciendo esta patología, lo cual ocasiona una inflamación y posterior atrofia de las glándulas que producen las lágrimas, la saliva, los jugos digestivos o el flujo vaginal (síndrome de Sjögren). A su vez, al causar inflamación de las membranas que envuelven los pulmones pleura) o de la envoltura del corazón (pericardio), esta enfermedad crónica incluso puede generar dolor torácico, dificultad para respirar y una función cardíaca anormal.