Cómo ganarle la batalla a la psoriasis
mente comprometidas son codos, rodillas, cuero cabelludo y región sacra, pero puede afectar cualquier otra parte del cuerpo. En cuanto a las causas, Kogan coincide con lo dicho: “La psoriasis es un mal multifactorial. Existe una predisposición genética, pero deben agregarse factores desencadenantes como el estrés o impacto psico-emocional, ciertas infecciones, algunos medicamentos o traumatismos”.
Por lo tanto, está en lo cierto quien afirme que un tratamiento psicológico puede ayudar mucho a las personas que la padecen, a mejorar su calidad de vida, ya de por sí muy afectada por la aparición de las lesiones. En ese sentido, es válido aclarar que la psoriasis no es contagiosa, y tampoco responde a ningún tipo de intoxicación alimentaria o medicamentosa, mitos que se siguen transmitiendo de boca en boca, a pesar de ser errados. La que sí es verdadera es la creencia que afirma que la psoriasis puede ser distinta según el paciente. “Las psoriasis no son todas iguales”, aclara Kogan. “La clasificación depende de la localización, edad, sexo, extensión, picazón, dolor, impacto emocional, etc. En definitiva, cada persona con psoriasis merece un enfoque diferente, considerando su enfermedad en forma individual”. La buena noticia es que las lesiones que produce pueden tratarse y desaparecer, “aunque exista la predisposición”.
Los tratamientos clásicos
Como decía la Dra. Kogan, cada paciente debe ser tratado de una manera individual. “El médico dermatólogo podrá optar por medicamentos locales (cremas o ungüentos), fototerapia o sistémicos (inyecciones o comprimidos). La tendencia actual es la combinación y la rotación de los diferentes fármacos o terapias. El médico dermatólogo es quien conoce cada uno de estos medicamentos con sus efectos beneficiosos, pero también eventuales efectos adversos o interacciones con otros remedios que el paciente puede estar recibiendo. No debe administrarse ningún tratamiento que no sea suministrado por el médico. Puede empeorar su enfermedad y hasta ser peligroso para su salud”, afirma. Desde la SAD, los tratamientos recomendados son los siguientes:
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Corticoides: las cremas, ungüentos y lociones con
corticoides pueden eliminar transitoriamente las lesiones y mantener controlada la situación en muchos pacientes.
• Deben utilizarse con cuidado y bajo control dermatológico. Sus efectos adversos incluyen atrofia de la piel, dilatación de vasos sanguíneos y cambios en el color de la piel. Si se suspenden abruptamente puede presentarse un empeoramiento importante de las lesiones.
• Coal Tar: se utiliza en psoriasis desde hace más de cien años. Los productos modernos han mejorado mucho su olor y cosmética.
• Vitamina D: Se utilizan derivados sintéticos como el calcipotriol que es beneficiosos para psoriasis localizadas, pueden ser utilizadas en combinación con otros tratamientos. Deben usarse cantidades limitadas para evitar efectos colaterales.
• Terapia lumínica: la luz solar y los rayos ultravioletas frenan la rápida renovación de las células psoriásicas. Dado que ambas pueden causar envejecimiento cutáneo, daño ocular y cáncer de piel, este tratamiento debe efectuarse bajo control médico. Los pacientes con psoriasis extendida a todo el cuerpo pueden requerir tratamiento en cabinas especiales. No deben utilizarse camas solares.
Qué es la fototerapia
“La fototerapia ultravioleta, en dermatología, abarca el uso terapéutico de los diferentes espectros de emisión de la luz solar, ya sea mediante la exposición natural o a través de lámparas especiales”, afirma el Dr. Javier Ubogui, dermatólogo y director médico de Psoriahue. Uno de los tratamientos es el denominado
PUVA, que utiliza luz ultravioleta A (UVA) y una medicación denominada psoralenos. “Los psoralenos sólo actúan o se activan en presencia de la luz UVA, por lo tanto se los considera con una mínima posibilidad de ser tóxicos en órganos internos. Su efectividad en el tratamiento de la psoriasis supera el 80 por ciento y con más de 20 años de experiencia con ésta terapéutica, se ha impuesto como una de las opciones de primera línea en los casos en donde no es posible el control del cuadro con productos locales (cremas, pomadas, ungüentos, etc.)”, afirma Ubogui desde su portal de Internet.
En Psoriahue también se realiza la técnica PUVA bath, que consiste en suministrar el psoraleno mediante un baño de inmersión, inmediatamente antes de la exposición a la luz UVA sin necesidad de ingestión
del mismo. “También contamos con un aparato UVA/UVB para emisión localizada en áreas pequeñas (codos, rodillas, cuero cabelludo, palmas, plantas, etc.)”, agrega el médico.
Otro de los métodos de fototerapia, muy utilizado para el tratamiento de la psoriasis, es el UVB (Ultravioleta B). Se trata de otra metodología efectiva que con el correr de los años también fue perfeccionándose. “Hoy contamos con una subfracción denominada UVB 311 o de banda angosta, más efectiva y con menos efectos adversos que la UVB tradicional. Este tratamiento no requiere medicación complementaria, por lo que amplía el espectro de indicaciones, incluyendo embarazadas y niños”, se afirma desde Psoriahue.com.