Feliz domingo para todos
Dicen que el domingo es un día para descansar. Ahora bien, ¿quién dijo que es un día para aburrirse? Entre otros, los programadores de televisión que hasta ahora, nunca habían tomado la fantástica decisión de poner ficción (excepto repeticiones o resúmenes de telenovelas) y de la buena, es ese día tan adorado por la religión católica pero tan detestado por el alma lúdica de muchos que, sin la posibilidad de hacer otros planes querrían, como hacen de lunes a viernes, tener un programa al que esperar con ansias en esas horas melancólicas que, a veces, se hacen demasiado largas. Ya sé que hay cable, Netflix y tecnología por doquier que puede impedir cualquier tipo de aburrimiento, pero atengámonos al promedio: cuando la propuesta gusta, la gente compra la tele de aire. Para pruebas, bastan tantos culebrones extranjeros que conviven en internet para verlos a gusto y piaccere, pero cuando llegan a la tele son un éxito. Sí, un éxito de 18 puntos y no de 40, pero eso ya lo tenemos claro todos: gracias a la polarización audiovisual, los 40 no existen más y sólo se dan en casos muy puntuales como puede ser la vuelta de Tinelli, que después ancló en un envidiable promedio de 20.
Dicho esto, gracias Adrián Suar por elegir el domingo para que el esperado unitario de Pol-Ka de cada año se deje ver y disfrutar. No fuiste el primero porque, nobleza obliga, hay que decir que allá por 2012 Telefe también puso ficción en la nochecita dominical, con “El Hombre de Tu Vida”, y dos años más tarde con “La Celebración”, pero a mi entender, si esta última pasó sin pena ni gloria fue porque a un día melancólico, mejor ponele comedia. La gente se quiere reír, y hasta Lanata tuvo que sumarle sazón a su periodístico de 2015 para que la densidad de cada noticia pudiera licuarse y digerirse mejor.
Ahora sí, con “Silencios de Familia”, la noche del domingo tiene su cuota de comedia asegurada y, sobre todo, talento al por mayor. Porque tener a Julieta Diaz y a Flor Bertotti juntas es un lujo, y Suar, haga lo que haga causa gracia y cae bien. Y tan bien rodeado, no hay forma de fallar. Chueco sí, tonto, jamás.
De Florencia he hablado largo y tendido a lo largo de tantos años, pero de Julieta no tanto, por eso, un párrafo aparte para ella. Una actriz dúctil y versátil como pocas, que tenía una cuenta pendiente con la comedia en tevé como protagonista (la última fue “Cuando me Sonreís”). La vi brillar en cine en todos los géneros, y en teatro, justamente con Suar, lucirse con “El Año que Viene a la Misma Hora”, hasta que un día me dejó muda al verla hacer de Morticia en el musical de “Los Locos Adams”, con Gabriel Goity como Homero, donde descubrimos que, además, podía cantar. Ni hablar de las telenovelas (“Valientes”, “Soy Gitano”, “Campeones”, “Gasoleros”, etc.) o los unitarios como “Locas de Amor”, “Mujeres Asesinas”, “En Terapia” y tantos más; pero yo esperaba que alguna vez volviera a la comedia en la tele, y ese día llegó, y por suerte, cayó domingo. Así que, lectores, no se preocupen, que si el próximo se aburren, a la noche compensarán cualquier pena con una hora de esta mujer en pantalla. Con ella, reír y llorar (porque “Silencios de Familia” también les aflojará el lagrimal), realmente vale la pena.