Y eso quedó demostrado en cada cosa que hicimos juntos”, afirma Díaz
“Con Adrián tenemos muy buena química
Julieta Díaz y Florencia Bertotti están muy contentas e ilusionadas de formar parte de la nueva ficción de Suar. en la que hicieron de padre e hija. “Yo venía de hacer muchas tiras y, por eso, al principio me costó adaptarme a las necesidades y a los tiempos de la película. Por suerte, con Adrián nos entendimos muy bien desde el primer día, improvisamos mucho y jugamos bastante. Con Adrián, tenemos una manera de trabajar muy parecida, hablamos todo, pero después dejamos que las cosas fluyan, siempre dentro de lo que marca el libreto. Creo que es porque nos llevamos muy bien y nos complementamos a la perfección. Tal como nos está pasando otra vez ahora en esta historia en la que yo vengo a ser la siempre famosa y Fabiana (Bertotti) es una paciente de Miguel a la que Elisa (Díaz) confunde con una postulante para el puesto de ayudante que busca para su emprendimiento. odiada tercera en discordia”, cuenta en relación a su papel. “Soy Fabiana, una nueva paciente de Miguel que le moverá el piso sentimentalmente”.
LA VUELTA DEL ACTOR
Orgulloso por el elenco que logró conformar, Suar reconoce que apenas surgió la idea de producir esta ficción, Julieta Díaz y Adrián Suar encarnan a Elisa y Miguel, un matrimonio con 20 años de casados y tres hijos nada fáciles al que la rutina tiene en jaque. En el momento más delicado de la relación con su esposa y sus tres hijos, en la vida de Miguel aparece Fabiana, una hermosa clienta que le moverá el piso. de la que también forman parte Gloria Carrá, Fabián Vena y Marilú Marini, entre otros, se dio cuenta de que había un papel para su retorno como actor. “Esta ficción estaba en mi cabeza desde hace dos años y la quería encarar yo. Creo que he mejorado muchísimo como actor. Además, tengo la suerte de haber logrado empatía con la gente. Y eso no lo tomo como un hecho natural sino que me sorprende gratamente. Cuando me van a ver al cine o al teatro me llama la atención porque, sinceramente, no lo siento como un merecimiento. Igualmente, las caricias siempre vienen bien”. ●