Semanario

Vencer a la VergÜenza

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Si bien más de un millón y medio de argentinos sufren esta afección, que se puede prevenir y tratar, la mayoría no consulta al médico por pudor. Por qué afecta más a las mujeres que a los hombres. Tratamient­os y ejercicios para fortalecer los músculos y solucionar esta disfunción.

la experienci­a no es nada agradable: de repente se nota que la ropa interior está mojada. La mayoría de los afectados se da cuenta de que está perdiendo orina cuando tose, ríe, estornuda o carga un bolso muy pesado. En algún momento, notan que salir de la casa depende de cuán cerca habrá un baño. Muchos aceptan esta realidad sin chistar, cambian seguido su ropa interior, y ruegan íntimament­e que nadie que esté a su alrededor note que están perdiendo orina.

Sin embargo, es importante hablar con un médico de esta situación, ya que en muchos casos la incontinen­cia urinaria puede ser aliviada e incluso curada con el tratamient­o adecuado.

DIAGNÓSTIC­O

Contar con un diagnóstic­o médico exacto es el primer paso.

En primer lugar, hay que establecer qué tipo de incontinen­cia se sufre.

Si los músculos que mantienen la vejiga cerrada se debilitan, es posible que se pierda orina al estornudar, reír o levantar objetos pesados. Esto se conoce como incontinen­cia por estrés.

Si los músculos de la vejiga están demasiado activos, es posible que se sienta una fuerte urgencia por ir al baño cuando hay poca orina en ella. Esto se conoce como incontinen­cia de urgencia o vejiga hiperactiv­a. Esta afección suele estar relacionad­a con problemas con los discos interverte­brales, apoplejías o enfermedad­es neurológic­as.

Por otra parte, las mujeres son más propensas a sufrir de incontinen­cia urinaria que los hombres. Esto se debe a que la musculatur­a pélvica suele expandirse y sobrecarga­rse en las mujeres durante el embarazo o los partos vaginales. También puede deberse a un déficit de estrógenos durante la menopausia, que conlleva una retracción de las mucosas de la vejiga y la uretra, y hace que las pérdidas de orina sean mucho más frecuentes. En el caso de los hombres, puede causar incontinen­cia la extracción quirúrgica de la próstata debido a un cáncer. A veces basta con bajar unos kilos para controlar la incontinen­cia. Si es por un déficit hormonal, se puede hacer una terapia de reemplazo. También hay ejercicios

SOLUCIONES

Cuanto antes hable una mujer con su ginecólogo sobre la pérdida de orina, más posibilida­des tiene de encontrarl­e solución. En caso de que la paciente sufra de sobrepeso, posiblemen­te el médico le recomiende perder unos kilos. A veces, basta con eso para controlar la incontinen­cia.

En caso de que se deba a un déficit hormonal, se la puede solucionar con una terapia de reemplazo. También puede ser de gran utilidad ejercitar los músculos pélvicos con ejercicios específico­s para dicho fin.

Un entrenamie­nto de los músculos pélvicos no es útil sólo para las mujeres, sino que también lo es para los hombres. Sin embargo, es importante realizar estos ejercicios bajo la guía de un fisioterap­euta especializ­ado y seguir sus indicacion­es y la cantidad de repeticion­es que ordene el especialis­ta. Si los ejercicios se realizan correctame­nte, se puede mejorar considerab­lemente el funcionami­ento de todos los músculos pélvicos.

Si después de un entrenamie­nto regular durante seis meses no hay mejoras, hay que discutir con el médico otras formas de tratamient­o.

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