Lionel Messi

Luego de perder la final de la Copa América Centenario ante Chile, el futbolista anunció su retiro de la Selección Argentina. La promesa a su mujer, Antonella, y el efecto en sus compañeros. ¿Fin de una era?

Se h habíabí juramentadoj d ganar la copa y sacarse esa espina que tenía clavada en el corazón. Era una promesa interna. La ansiaba. La merecía. Pero el día que terminó de declarar como acusado en España en el juicio por evasión fiscal, cuando se despidió con un beso de Antonella (Roccuzzo, su pareja y madre de sus dos hijos, Thiago y Mateo) antes de tomar el avión rumbo a Estado Unidos, Lionel Messi (29) le dijo una frase que podía preanunciar este desenlace. “Te prometo que traigo la copa. Es mi última oportunidad”. Seguramente lo dijo para terminar de juntar la fuerza interna que necesitaba para romper el maleficio con la celeste y blanca. Una manera de ponerse la vara muy alta para intentar cumplir su objetivo de ganar el primer título con la Selección Mayor (sí ganó el Mundial Sub-20, en 2005, y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing, en 2008). Pero en su interiori i habíah bí algol que sabíabí que no era un frase lanzada al aire porque sí. Y cuando el domingo 26, en la final de la Copa América Centenario ante Chile, pateó su penal por arriba del travesaño, esa idea que nació como un juramento en busca de la gloria, terminó por convertirse en la peor de las pesadillas: “La Selección se terminó para mí”, dijo Lio tras el partido, y a la tristeza por una nueva final perdida, se nos sumó la desolación por la renuncia del mejor jugador del mundo de la actualidad.

“Me duele en el alma que tomés esté tipo de decisiones, que quieras dejar de representar a tu país. Pero conozco mejor que nadie tus motivos”, reconoció Roccuzzo.

¿POR QUÉ?

“Es increíble pero no se da. Se terminó para mí la Selección. Creo que es lo mejor para todos”

No es la primera vez que Messi analiza irse del seleccionado nacional. Quienes lo conocen mucho cuentan que hace un año, cuando el mismo verdugo que el último domingo le arrebató

la Copa América también en los penales, el astro del Barcelona tenía la intención de tomarse un largo descanso del equipo que capitanea. Cansado de las críticas, lo pensó una y otra vez, pero la sed de revancha y gloria pesaron más. ¿Por qué ahora sí entonces? Sin dudas, el hartazgo de los críticos que cuestionan su nivel es un motivo importante, pero hay dos factores que inclinaron la balanza, al menos con la cabeza caliente (en su entorno aspiran a que en el trascurso de los días revierta su pensamiento), en tomar esta decisión. El verdadero desastre que es la AFA (desde lo organizativo y desde la realidad en la que hoy no se sabe quién dirige una entidad intervenida por la Justicia por un lado, y por la FIFA por otro) es un punto fundamental en esta historia en la que Lionel hasta puso dinero de su bolsillo para pagarse un vuelo charter que lo llevara de España a EE.UU. lo antes posible luego de declarar en el juicio impositivo en el que descargó toda la responsabilidad en su padre, Jorge. Y justo antes de la final, cuando por un problema de organización se demoró el vuelo que los llevaba a Nueva York, el futbolsita explotó en las redes sociales: “¡Qué desastre son los de AFA por Dios!”, sentenció.

Pero hay otra cosa que se rompió. Algo que se quebró en el interior de “la Pulga”, y que comenzó cuando vio que su tiro penal iba rumbo a la tribuna en lugar de abrazarse con la red. Messi siente que, tras perder cuatro finales con

Lionel junto a Antonella y sus dos hijos, Thiago y Mateo. Ella le pidió que no renuncie. Arr.: Como durante todo el torneo, un fan venera a Messi en la cancha

Argentina (las copas América de 2007, 2015 y 2016, y el Mundial 2014) ya no le queda nada por ofrecerle al equipo, y que ya hizo todo por intentar romper un maleficio que se remonta a 1993, año en el que la Selección de fútbol obtuvo su último título oficial con el equipo mayor. “Es increíble, pero no se da”, dice.

EFECTO DOMINÓ

En el momento del cierre de esta edición, lunes 27, el grupo comandado por Gerardo Martino estaba en pleno vuelo de regreso a Buenos Aires, y seguramente enfrascado en conversaciones por definir un futuro incierto. Es que mientras Sergio Romero busca que baje la calentura por otro torneo perdido, para convencer a Messi de que cambie su decisión, se rumorea que otro grupo de jugadores, integrado por Sergio Agüero, Gonzalo Higuaín, Javier Mascherano, Lucas Biglia, Ezequiel Lavezzi y Ever Banega, evaluaban seguir al crack nacido en Rosario, y renunciar a la celeste y blanca. El mismo Kun, tras el partido con Chile lo dejó en claro: “Varios evaluamos no seguir. Quizás sea el momento de darle el lugar a otros jugadores”.

La historia negra de los últimos 23

años cayó sobre la espalda de Lionel Messi, a pesar de que él recién debutó en 2005 en el equipo mayor. Así lo siente él, y así se lo dejó en evidencia al mundo con sus lágrimas tras malograr el penal. Y lamentablemente, ese sentimiento opaca su magia dentro de la cancha, su récord como goleador histórico de la Argentina y el de haber jugado la definición de una Copa del Mundo. Porque con Messi a la cabeza, la Selección volvió a disputar la final de un Mundial luego de 24 años,.

Es cierto, no hubo título para festejar (aunque el oro olímpico sea muy importante), pero quizás no somos tan buenos como creemos. Tal vez falta algo. Claro que para obtener eso que falta para ser campeón, ese plus, es necesario contar con el mejor de todos.

Mientras en las redes sociales la gente arma campañas para evitar que Messi se vaya, y otros esperan que la decisión pueda revertirse en las próximas horas, su mujer Antonella, también dejó su palabra en un mundo cibernético: “Más de uno quiere seguir viéndote jugar y ver tu magia. Yo quiero que te retires cuando hagas lo que siempre soñaste, ¡sacar campeón a la Argentina!”

Ojalá este “adiós” de Lio sea sólo un “hasta luego”. Una breve pausa. Un intervalo, como en esas maravillosas obras de teatro en las que te dan un respiro porque aún falta lo mejor.