Las susanistas estamos felices

Qué nochecita de domingo! Volvió Susana, volvió Lanata, volvió Fariña y ¡volvió Cristina! Como decía mi abuela, poné los fideos que estamos todos. Fue un domingo de súper acción, de esos que te ponen el control remoto al rojo vivo y te hacen pelear con los otros habitantes de tu hogar, dejando bandos beligerantes en toda casa donde no hay más de un televisor. Es que hay cosas que uno puede mirar al otro día, en internet, pero otras no admiten el diferido. Y en mi caso, a Susana no la cambio en vivo por nada del mundo, de modo que miré a Jorge y su “PPT” hasta que empezó su vecina y, como jamás pensé en poner C5N porque de sólo ver a Navarro me cae mal la comida y con la ex Presidenta en un monólogo telefónico iba a ser demasiado, completé el trío con Majul y Leo “ex rodete” Fariña de América y los dejé para la mañana siguiente, cuando los espié en la web, junto con el resto del ciclo de El Trece.

No hay con qué darme: soy tan susanista como tinellera (o susanera y tinellista, como más les guste), y el regreso de la diva merecía toda mi atención, sobre todo sabiendo que con ella estarían los bombones brasileños más famosos, que no son los que escondo en la heladera sino los que cada noche me atrapan con sus andanzas bíblicas en la telenovela “Moisés y los Diez Mandamientos”, como a millones de personas en toda Latinoamérica. Y Susana no me defraudó, y Moisés (Guilherme Winter) y Ramsés (Sérgio Marone), mucho menos. Al contrario, me pagaron con creces el haberme quedado pegada a la tele esperando más, algo que, por suerte, al día siguiente me ofrecieron Gerado Rozín y Carina Zampini en “Morfi...”, donde los tuvieron a los dos y sólo faltó que les hicieran poner pollera como en la ficción. No pueden más de simpáticos, lindos y generosos, más allá de que estén en la Argentina como parte del contrato que tienen con su canal para promocionar la tira.

Vuelvo a Susana (perdón, pero estos morochos dispersan a cualquiera...) y exclamo: ¡no te vayas nunca, Su! Que no sea cierto, como dijiste, que esta, la 29, es tu última temporada, porque tu sucesora aún no existe y todas las que se anotan en la lista no te llegan ni a los talones. Es más, el único que puede reemplazarte es Marley (alguna vez ya se calzó una peluca rubia para cubrirte ante una gripe), pero mujer y como vos, no hay. Si tanto admirás a Mirtha, copiala al menos en eso de amenazar cada año con que es el último –porque ya sabemos que en eso de estudiar la vida de tus invitados de pé a pá no la vas a imitar jamás–, y seguí, que hasta que venga otra como vos nos vamos a morir de aburrimiento...

A nadie le importa si le preguntás a Moisés si su novia es española cuando en realidad es mexicana ¡y salió en todos lados!; mucho menos que agradezcas las flores firmadas por Scioli y Rabolini y ni siquiera pongas una carita de ¿pero cómo, no estaban separados? Pero bueno, eso es discreción más que despiste y, de parte de ellos, siguen siendo amigos y ¡se ahorraron un ramo...! Y menos le importa a tu público que les preguntes a Winter y Marone si ya salió la película de Moisés cuando no sólo ya salió, sino que fue un éxito de taquilla en Brasil. Tu público te quiere así, de modo que al mejor estilo “ruego a Messi”, todas tus susanistas te cantamos “Susana, no te vayas, Susana seguí”. Porque al menos que se produzca un milagro, no habrá ninguna igual, no habrá ninguna...