La opinión de la especialista
● Si el cabello está sano se ve brillante. Tiene que ver con la integridad de la fibra y la reflexión de la luz que incide sobre ella. Una fibra que crece sana desde su raíz, mantiene su cutícula pareja, es decir su superficie se encuentra lisa. Como la de un espejo. Por lo tanto, si el cabello esta sano, refleja brillo cuando es iluminado. ¿Pero, cuánto brillo refleja? Esto sí depende de su naturaleza, es decir de la genética que llevamos dentro. Existen cabellos con más o menos brillo. El secreto es saber como sacar el mejor brillo del nuestro, es decir cuidarlo.
● ¿Por qué las mujeres nos preocupamos por la belleza del pelo y los dermatólogos, en cambio, por el cuero cabelludo? Los médicos dermatólogos se ocupan de la salud de la piel, es por ello que prestan particular atención al cuero cabelludo. Allí es donde nace el pelo. Si el cabello nace sano desde su raíz, luce bien y cuidado. Esto es un proceso que puede tardar de meses a años. Esta tardanza es la que se contrapone a la belleza que esperamos inmediatamente las mujeres.
● El pelo ondulado suele ser finito y graso, o grueso y seco. Esto va ligado a las razas y la genética. Pero actualmente debido a las mezclas de razas, a los productos capilares que utilizamos y a los alimentos que ingerimos, es que estas características se ven intercambiadas y puede encontrarse un cabello fino, ondulado y seco como así también grueso, ondulado y graso.
● Hay mitos sobre el pelo. Que si lo cortamos al ras, al crecer cambia y se hace más lacio o más ondulado a diferencia de cómo era antes. O el clásico que si lo cortamos en cuarto creciente, crece más rápido. En realidad, ¡son folklore de peluquería!
● Los alisados han mostrado ser riesgosos pero existen métodos más inocuos para la salud de la persona y del cabello. El problema está en el objetivo que se quiere lograr. Las personas buscan el resultado de pelo duro inquebrantable frente al clima, que nunca se altere, y esto se logra quemando a la fibra y dejándola quieta como si hubiese pasado por lava volcánica. Para lograrlo, los métodos son extremadamente riesgosos.
● Los tratamientos químicos sin cuidados previos y posteriores dañan tanto la fibra como maltratan al cuero cabelludo. Dejan cicatrices que hacen inoperantes a los bulbos capilares. Disminuye el crecimiento de pelo y, si le sumamos los cambios hormonales que se producen en la mujer, como el post parto o la menopausia, la cantidad de pelo decrece y los rulos pierden cuerpo y belleza.
● Durante la menopausia, existen cambios hormonales que se dan naturalmente y que se expresan en todo el cuerpo y la mente. En la actualidad existen numerosas terapias ajustadas a las necesidades de las mujeres en esta etapa de la vida. Es fundamental acompañar esta etapa con médicos y especialistas en el tema. En particular, con respecto al pelo, el tipo de higiene, el modo de peinarlo, el tipo de tinciones y otros cuidados a realizarle, la alimentación, la nivelación hormonal son algunos de los puntos a tener en cuenta para tener un pelo sano, con brillo y fuerte.