Esencia de luz
Para crear Terre de Lumière, de L’occitane, los aromas del sur de Francia son la inspiración en un homenaje al momento en que la naturaleza es infundida en luminosidad pura
Oscilando en el horizonte, poco antes de la salida del sol o previo al atardecer, llega un momento cautivante y fugaz, un instante lleno de magia que alcanza su esplendor y es llamado: la hora dorada. Es este el periodo de tiempo en el que el cielo de la Provenza francesa brilla con más intensidad, marcando intrigantes senderos que parecen mover y ondearse con excepcional armonía. Un momento de imponente belleza y profunda sensorialidad en el que la tierra se convierte en luz y que L’occitane logró capturar en un cálido y envolvente aroma llamado Terre de Lumière. La primera fragancia gourmand de la marca en la que tres renombradas perfumistas trabajaron en conjunto para su creación, logrando una combinación de matices a partir de su destreza individual, experiencias personales y emociones para su creación, ellas fueron: Calice Becker, Shyamala Maisondleu y Nadège Le Garlantezec. La inspiración surge a partir de un encuentro en el que las tres artistas se infunden en los contrastes y en la combinación que evoca la hora dorada en la región de la Provenza, donde la luz funde y realza los aromas haciéndolos más presentes en el viento y deleitando con composiciones fascinantes que dan como resultado una fragancia con distintas facetas. Terre de Lumière marca un nuevo capítulo para L’occitane con una fragancia que se concentra en transmitir emociones y no precisamente a través de un solo ingrediente, esta vez lo hace con una combinación de ellos.
Desde las primeras notas de salida, logramos percibir una espumosa y fresca fragancia compuesta por bergamota, semilla de ambrette y pimienta rosa. Al pasar unas horas, los primeros ingredientes son seguidos por una sola, pero cálida y poderosa nota: la miel de lavanda. Una faceta contrastante, sensorial y gastronómica. Para consolidar la identidad del perfume, llegan las profundas y sensuales notas de base: flor de acacia, esencia de almendra amarga, haba tonka y almizcle blanco. El lujo de la simplicidad de la naturaleza, que la Provenza encarna de manera impecable, es representado por la botella de el eau de parfum. El icónico diseño es un himno a la aclamada hora dorada que le dio vida y cuenta su historia desde el interior, hasta el exterior, siempre cuidando el delicado lujo de la luz. El frasco posee un acabado con distinguidas líneas curvas,