Poniendo bridas a sus
Espacios Una mujer poderosa y tenaz, Fernanda Feitosa, habla de Sp-arte, la feria internacional que domina en Brasil
En realidad, me considero una entusiasta del arte. Estudié derecho y ejercí como abogada por casi la mitad de mi vida laboral. No fue hasta 2005 que decidí aventurarme como empresaria y tener mi propio negocio, enfocándome en lo que amaba hacer en mi tiempo libre: el comercio de arte”. Así describe su llegada al mundo de galeristas, creadores y marchands Fernanda Feitosa, la brasileña que fundó y dirige la prestigiosa feria Sp-arte, en São Paulo. El evento ha cumplido 13 años el pasado abril, y el camino no ha estado exento de escollos. “Uno de los problemas es que en el país tenemos un gravamen de hasta 60 por ciento de impuestos. Desde 2011 logramos negociar una exención durante la feria, para hacer las piezas más accesibles a los compradores, esto hizo de la feria el mejor momento para intercambios y ventas nacionales e internacionales”, dice a Vogue.
Este año, Fernanda logró un crecimiento importante de la feria. “Sp-arte se ha convertido en São Paulo International Art Festival, extendimos por toda la ciudad lo mejor de la muestra en vez de limitarlo al Bienal Pavilion. Tuvimos 180 eventos simultáneos en la ciudad, organizados todos por Sp-arte, incluyendo visitas a colecciones privadas, paneles y lanzamientos de libros. Dentro del recinto ferial, recibimos 30.000 visitantes gracias al alto calibre de las obras que se han presentado año tras año”. También se ha integrado al diseño, “algo que es parte del legado cultural de Brasil”, dice Feitosa y agrega que, “este capítulo tiene el propósito de incluir al país en el calendario internacional de diseño”.
Pero, en tiempos turbulentos y con amenazas de muros y xenofobia, ¿cómo ve la alternativa de invertir en arte? “Como toda industria el arte se ve afectado por las crisis. Comprar arte se ve asociado al optimismo. Sin embargo, siempre habrá un grupo de coleccionistas que compren consistentemente, a pesar de las altas y las bajas de la economía. También es justo decir que la crisis brinda oportunidades particulares para vender y comprar, el mercado del arte tiene una gran capacidad de recuperación y rebote”.