Culto avant-garde
Quienes veneran el espíritu creativo encuentran su entorno natural en el Miami Design District Además de la playa y la noche intensa, Miami se nos ofrece como un centro de arte importante en las Américas. Un gran responsable de eso es el Distrito del Dise
temporal. Edificadas alrededor de la conservada estructura original de Russell Pancoast, Meier colocó tres torres de cristal de 12 pisos, dos de ellas albergando 150 residencias elegantes, sofisticadas y confortables, aderezados con vistas que transmiten paz y sosiego, en un vecindario sereno de sobria suntuosidad y celoso al garantizar la privacidad. Al mismo tiempo, el área está muy cercana a los centros donde transcurre lo más animado de la vida nocturna, a restaurantes de autor y exclusivos centros de compras de alta gama.
Para los residentes, además del encanto que ya les regala la naturaleza, existe un perfecto menú de amenidades que demuestran que lujo, confort y conveniencia van en el mismo enunciado: gimnasio y spa, exuberantes jardines frente al mar, piscinas, terrazas privadas, cocinas de chef extra grandes con estantería a la medida, sistemas de control de temperatura multi-zona, cortinas automáticas integradas en el sistema de cristales. Este alto estándar significa un resurgimiento del emblemático centro de la jet set del siglo XX, para la nueva generación de la era millennial.
Entre las alternativas que ofrece el universo de los bienes raíces en el sur de Florida, hay algo que distingue a este extraordinario proyecto de manera particular: The Surf Club Four Seasons Private Residences establece un puente entre el allure de antaño y el dinámico glamour de estos días, que hacen hoy de la Ciudad del Sol un destino único y de fuerte demanda en términos de inversión segura. —José Forteza