CASA PARISINA
Nombrado como el mejor hotel del mundo por los lectores de Condé Nast Traveler, La Réserve Paris se afianza como el lugar para conocer
Solo han transcurrido dos años desde su apertura, pero esta mansión privada de cuarenta suites y habitaciones se ha convertido en uno de los hoteles predilectos de los visitantes de la Ciudad de la Luz. El verdadero consentido, aquí, es el cliente. ¿Quiere nadar unos largos a las dos de la madrugada? Deseo realizado en la piscina del spa abierto las 24 horas. ¿Prefiere cenar en un restaurante premium sin salir del hotel? Le Gabriel, con sus dos estrellas Michelin, presenta un menú sin comparaciones. ¿Viene acompañada de su bebé? No solo existe un servicio de mayordomo para todas las habitaciones, sino que el personal acomodará la estancia sin olvidar un solo detalle para el
confort de los padres y de sus hijos. Todas las atenciones están reunidas en este hotel, para que el cliente se sienta en casa y conviva o no con los demás huéspedes en total discreción, con la diferencia de que cualquier deseo será satisfecho inmediatamente. Y todo ello a únicamente unos cuantos pasos de los Campos Elíseos y de la Faubourg Saint-honoré.
La sensualidad es otra de las marcas de fábrica de La Réserve Paris. Antiguamente un hôtel particulier, este cinco estrellas de lujo ha sido convertido en un refugio de paz y de cocooning por el reconocido diseñador de interiores Jacques Garcia (que firmó también La Mamounia en Marruecos). Los muebles siglo XIX cobran un nuevo sentido gracias al sensual tapizado aterciopelado, como da fe la maravillosa “biblioteca” de este hotel, donde se reúnen con asiduidad importantes hombres de negocios y figuras políticas. Las salas de baño cubiertas de mármol transmiten, al contrario de lo que se pueda imaginar, una sensación de cálido bienestar. Sin olvidar la tranquila y espaciosa terraza, predilecta entre los clientes de Latinoamérica. En definitiva, una opulencia en cada rincón de la residencia.
Y para aquellos viajeros que buscan más deleite, sus dos otros establecimientos La Réserve en Ginebra y en Ramatuelle (Saint-tropez) presentan otras delicias… Igualmente irresistibles. —Lorena Vergani