Estamos conectados, El próximo mes de noviembre tendrá lugar el primer Latin American Fashion Summit, un encuentro en pro de la sostenibilidad y el networking en el mejor momento de la moda latina.
En 1930, el escritor Frigyes Karinthy formuló la hipótesis de los seis grados de separación, que hace referencia al número de conocidos que conectan a una persona con otra. ¿Qué les parecería tener a todos los eslabones de esa cadena, entre ustedes y el éxito, reunidos en una playa del Caribe?
“Nos dimos cuenta de que había una constante en los diseñadores latinoamericanos; podían tener un modelo de negocio claro y bien estructurado, pero su producción no era la adecuada; o viceversa”, comenta Samantha Tams, cofundadora, junto con Estefanía Lacayo, de Latin American Fashion Summit. Una cumbre de moda que incluye páneles, workshops y sesiones de convivencia con figuras influyentes de la industria, para proveer el contenido y las herramientas claves, para ayudar a los diseñadores emergentes ya establecidos y entrepreneurs a crear una marca con impacto social. “El networking es lo que te abre las puertas al público y creemos que el intercambio de información puede ser muy beneficioso para ambas partes”, añade Tams. Además de este aprendizaje horizontal, la iniciativa cuenta con Pitch to LAF, un concurso en el que elegirán el proyecto de un diseñador emergente quien, además de ganar diez mil dólares para reinvertirlo en su creación y participar en un programa de aceleración de negocio en el instituto Marangoni, será el orador principal del próximo año.
Por otra parte, basadas en la filosofía de Kute Blackson, la idea de la dupla es que cada persona que acuda a la cumbre encuentre su propósito, tanto personal como de negocio: “Podrán dar a su lienzo en blanco la cantidad de información y networking que quieran”, comenta Samantha, quien además destaca la importancia de la visibilidad del proyecto en México: “Esperamos que este tipo de plataforma pueda mandar un mensaje fuerte a instituciones para que apoyen a sus diseñadores y les den fondos para poder salir hacia delante”. Dentro de las claves para afrontar la evolución de la industria, este par de mesías destaca la tecnología y la sustentabilidad. “La gente se está yendo hacia la tecnología pero, al mismo tiempo, está volviendo a apreciar lo hecho a mano. El hand made is the new luxury. Es una dualidad increíble”, opina. “Las tiendas no van a desaparecer, pero serán lugares para crear activaciones para los clientes”, añade Estefanía.
¿Cuál es el futuro de Samantha y Estefanía? “Crecer con la plataforma, con el contenido y algún día poder convertirnos en una organización que pueda apoyar regionalmente la moda”, finaliza Samantha. AMELIA FOLK
“EN NUESTRA REDACCIÓN SIEMPRE HEMOS CREÍDO QUE ES PRIMORDIAL APOYAR A LA INDUSTRIA DE LA MODA EN MÉXICO Y LATINOAMÉRICA. CREEMOS QUE LAFS ES LA PLATAFORMA IDÓNEA PARA IMPULSAR A LOS DISEÑADORES Y LOS AGENTES ACTIVOS DE NUESTRA INDUSTRIA”, SEÑALA KARLA MARTINEZ DE SALAS, DIRECTORA DE VOGUE MÉXICO Y LATINOAMÉRICA.