Nace un HITO
Nueva York fue la ciudad que presenció el lanzamiento del año: Joy by Dior, una nueva fragancia que enaltece ENIGMÁTICOS y frescos aromas. Después de 20 años, la maison lanza este próximo ícono de la perfumería junto con la PODEROSA imagen de Jennifer Law
La casa Dior celebra el nacimiento de una nueva fragancia que se une a la familia. Para conocerla, nos hemos traslada- do hasta la ciudad de Nueva York para entrevistar en exclu- siva a su perfumista- creador, François Demachy, quien nos ha develado a detalle el proceso de la creación de la misma y lo que conlleva este lanzamiento tan importante.
Iniciamos con su inspiración... La mujer de hoy, sin impor- tar la edad, el ADN de este perfume es el reflejo de una fémi- na fuerte como Jennifer Lawrence, el rostro que lo represen- ta de manera impoluta: “Es su autenticidad, su personalidad que es sencilla pero fuerte, y al mismo tiempo derrocha una sensualidad y feminidad infinita e inigualable”.
Para el perfumista tener contacto con Lawrence durante el proceso de la creación de la esencia fue sumamente im- portante, ya que fue muy interesante trasladar algunos de- talles, como sus gestos — sonrisa y mirada— y preferencias de la intérprete, para traducirlos en algunos de sus compo- nentes (como el almizcle, por ejemplo).
Si tuviéramos que describir el aroma de Joy by Dior, se- ría esencialmente fresco y floral, con un toque delicado de cítricos. También destacan elementos como el sándalo, el pachuli, el almizcle o la bergamota, que conjugan de ma- nera excelsa distintas emociones como la felicidad, la sere- nidad y, al mismo tiempo, una sensación de suavidad. “Joy
by Dior es una presencia sensorial que nos estrecha con los brazos abiertos, intoxicando a todos nuestros sentidos, sin dejar espacio para la duda. Al final, uno no puede decir si es fresco, embriagador floral o cremoso. Y no importa todo esto, todo a la vez. Tal cual. Este perfume vive a través de nosotros. Y finalmente, si emerge una sola palabra sería: alegría (joy)”, señala el creador.
Para François Demachy, uno de los retos más importan- tes que surgen después de dos décadas de lanzar una nueva fragancia femenina ha sido analizar los perfumes actuales y brindar mediante Joy by Dior un valor añadido, algo que enriquezca a quien lo use; sin embargo, es la conjugación de los ingredientes, más una botella simple y pura —cuyo aspecto evoca a una delicada joya— y la fuerza de Jennifer Lawrence, el trinomio perfecto para un efecto sublime y de éxito absoluto. BÁRBARA TERÁN