La hora de la MUJER
Vivimos una era de excepción en la historia moderna, en la que la mujer está reclamando —y alcanzando— con esfuerzo el sitio de respeto y reconocimiento que merece. Este mes es un tributo a la FORTALEZA de las que levantan su voz y ponen su imagen y talento por el beneficio de todas nosotras
Recientemente, mi esposo me miró mientras comentaba que había sido un momento terrible para las mujeres cuando se supo que el senado estadounidense había confirmado a Brett Kavanaugh como nuevo juez de la Corte Suprema en los Estados Unidos, a pesar de haber sido acusado de acoso sexual contra varias mujeres. Esa misma semana, el candidato a la presidencia brasileña, Jair Bolsonaro, también conocido por sus comentarios y posturas derogatorias hacia la mujer, avanzaba en la instancia primaria del país sudamericano. Coincidentemente, José Forteza, nuestro Editor Senior, también me mandaba un mensaje desde Miami, compartiéndome su indignación sobre la dura realidad en los temas de la mujer en el mundo. ¿Cómo sentirme ante estos eventos? ¿Cómo explicarles a nuestras hijas que como mujeres de una generación que les antecedió, nos hemos mantenido luchando para que ellas crezcan en un mundo en el que sean tratadas con respeto y dignidad? Esto me lleva a esta edición, dedicada a las mujeres que, como yo, no aceptamos que un hombre tome las decisiones que nos corresponden. Cuando Salma Hayek escribió su artículo sobre la experiencia con Harvey Weinstein, hablé con mi equipo editorial para hacer algo con ella. Casi un año después, le tenemos en nuestra portada. Salma salió a la palestra pública enfrentándose al hombre más poderoso de Hollywood. Así, sentó ejemplo para muchas mujeres en Latinoamérica, criadas con una mentalidad que les hace propensas a sentirse inferiores a ellos, y cuando levantan su voz porque han sido acosadas, no les escuchen. Y no se trata solo de agresiones sexuales, sino también de las inequidades en lo profesional. Ante eso, mujeres como Maria Grazia Chiuri demuestran ser capaces de delinear el nuevo rumbo de una marca, como la primera directora creativa en Dior. Mientras crecía en El Paso, Texas, hija de inmigrantes mexicanos, mi madre nos incentivó para que trabajáramos duro. Ahora, en México, cuando hablo con las mujeres, en especial con aquellas que laboran como empleadas domésticas, he sido testigo como muchas de ellas son cabezas de familia. A todas, sin excepción ni exclusión, van estas páginas y el compromiso de seguir alzando la voz hasta llegar al futuro que merecemos.