Perú vive,
CUSCO, CIUDAD ANCESTRAL DE LA CULTURA ANDINA, ES ESCENARIO DE UNA HERENCIA MILENARIA ÚNICA. ENTRE CAPAS, PRENDAS LARGAS Y TONALIDADES MARRONES EVOCAMOS LA GRANDEZA DE ESTE PAÍS
Viajamos a la ciudad ancestral de Cusco, Perú, para retratar la herencia histórica y textil de este país que se proclama como un destino único e imperdible.
“En los últimos tiempos del mundo, llegará un momento en que el océano deshará sus lazos y surgirá una tierra grande...”, escribió siglos atrás el filósofo romano Lucio Séneca. Y es así, provenientes del mar, que llegaron los europeos en barcos para conquistar aquellas tierras del Nuevo Mundo. Así, al hablar de territorios en América es imposible omitir al gran Imperio Inca, hoy consagrado en Perú. Quizá esté de más la introducción de este país que cada año recibe visitantes internacionales que buscan conocer la imponente zona arqueológica de Machu Picchu, sin embargo, referirse a Perú es hablar de su riqueza histórica. Algunos historiadores han afirmado que los mismos incas desconocen el nacimiento preciso de su gran civilización y, aunque los mitos son diversos, si hay algo de lo cual no queda duda es que han sido considerados como el imperio más grande de la América precolombina.
Una impetuosa historia respalda el Perú de la actualidad, el cual se distingue en todo el mundo por su tradición culinaria, zonas ancestrales, extenso territorio y una variedad de recursos textiles y mineros que se imponen en toda la región. Un acercamiento a este país implica adentrarse en sus tierras, religión y diversidad. A su llegada en el siglo XVI, los europeos quedaron fascinados por sus bellezas y riquezas naturales. De esta manera, dentro del extenso territorio andino, yace la icónica ciudad de Cusco que alguna vez fue capital de la cultura incaica y abandonada por esta civilización después de que los españoles asesinaran a su líder e instalaran a su “emperador marioneta” en el trono. La imponente urbe alberga la mundialmente conocida zona arqueológica de Machu Picchu. Esta zona del Valle Sagrado aloja una variedad de palacios, templos y fortalezas históricas. Y es que Perú es ligar el pasado con su presente; sus tradiciones y edificaciones están cimentadas sobre lo que fue este imperio y que los peruanos se han propuesto recuperar, tal es el caso del Qhapaq Ñan,
actualmente conocida como Red Caminera del Tahuantinsuyo, que fue un sistema de caminos que en aquella época vinculaba las regiones aledañas de lo que hoy es: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia y Ecuador.
Es así como Vogue se inspiró en su cultura y cómo aquella historia ha marcado de manera tan significativa, de la misma manera que lo hecho en otras regiones de América, a esta sociedad. Sus valles, selva amazónica, mesetas, su costa desértica... Al adentrarse en este país se recorren regiones que permiten apreciar sus iglesias, pueblos, mercados, ruinas y montañas. El Valle Sagrado, sumamente valorado por sus tierras fértiles, es accesible en auto o autobús desde Cusco. Por esos rumbos yace las Salineras de Maras, tan antiguas como la historia de esta civilización. Proveniente de la palabra
kachi, que en lengua indígena significa “sal”, este lugar es un espacio minero a los pies de la montaña Qaqawiñay, en donde cientos de pequeños pozos almacenan agua salada que al evaporarse, relevan una sal rosada la cual es recogida y comercializada por los habitantes de la región.
Es en este extenso territorio que develamos una moda que rinde tributo a la fascinación por las ruinas ancestrales peruanas, su mestizaje, sus textiles y su misma geografía. Sobre este paisaje natural, tonalidades marrones y
beige son apropiadas en prendas largas. Un layering es creado a partir de algunas piezas hechas a mano. Materiales como la lana de la alpaca, animal que acompañó a los nómadas, y de la cual Perú es uno de los mayores productores del mundo, evoca con sus tonalidades las áreas secas y el marrón de la arcilla. De esta manera, estas telas que aluden a los trajes típicos, ajustan las cinturas de la mujer contemporánea y resaltan ante un clima soleado que ilumina estas ruinas incas. Asimismo, se aprecia una moda que hace énfasis en la gran diversidad de este país, que en la actualidad cuenta con una población de ascendencia asiática (principalmente china y japonesa), africana y mestiza, hablando de la riqueza que este lugar posee. Ahí, bajo esas grandes montañas, que la mitología incaica consideraba eran resguardadas por el dios Apu, es que el mismo Perú deja claro a todo aquel que visite su extenso territorio que su gran riqueza histórica y la de sus antepasados es lo que ha moldeado el Perú de la contemporaneidad.