Valores creativos,
El fotógrafo de moda Alexi Lubomirski comparte su íntima visión sobre cómo dejar una huella positiva en este mundo y de qué manera podemos transmitir un mensaje optimista a las nuevas generaciones.
Bajo la premisa del poder del impacto, el reconocido FOTÓGRAFO de moda, escritor y activista comparte en exclusiva a Vogue su íntima visión sobre el rol de los actores de la industria de la moda, cómo dejar una huella positiva en este MUNDO y de qué manera podemos transmitir un mensaje optimista a las nuevas generaciones
En los últimos días de su vida, mi padrastro me regaló el mejor obsequio.
En octubre de 2011, mi querido padrastro John, quien me había criado desde la edad de un año, y quien era la mejor figura paterna que alguien podría anhelar, fue al hospital con un dolor en el estómago en donde descubrió que le quedaban unas tres semanas de vida. Llevamos a John a casa para que pudiera pasar sus días restantes juntos y a lo largo de las semanas siguientes, mientras que todos nos acostumbrábamos a la pérdida inminente de un ser querido, subía las escaleras y hablaba con John sobre lo que pasaba por su mente, con la conciencia de que estaba llegando al fin de su vida. ¿Qué había aprendido?
Platicábamos temas que le habían importado a lo largo de su vida y ahora, con el fin inminente, parecían completamente nimios. Después de una reflexión continua, llegamos a la conclusión que la vida era algo simple: “Llegas con nada, te vas con nada…” No puedes traer contigo tu coche, ni tus joyas, ni tu ropa, ni tu dinero, ni tus premios. Entonces con eso en la mente, ¿cómo puedes irte de esta vida más rico que cuando llegaste? Decidimos que era simplemente algo sobre evolucionar y enriquecer el alma. Usar lo que te ofrecieron, para bien. Esto fue el regalo maravilloso que John me dio. Me enseñó el poder del futuro a posteriori. Desde entonces, cada decisión que tomaba dependería de cómo me sintiera alrededor de sus consecuencias en mis últimos días. ¿Importaría? ¿Me haría sentir orgulloso? ¿Ayudaría a otros?
También empecé a darme cuenta de lo que me habían regalado en mi carrera hasta entonces. Me habían dado una plataforma, una posición de influencia, sin importar su magnitud, y una voz en la industria de la moda. Entendí que tenía un poder increíble gracias a mi creatividad.
Dicho eso, todos somos creativos, nos guste o no. Tú, que lees esto ahora, eres una persona creativa. Nuestro gen creativo informa cómo elegimos expresarnos por la moda, qué filtro usamos en Instagram, por nuestro peinado y por la música que escuchamos.
Nuestras decisiones creativas también tienen el poder de afectar a otros que nos rodean, de manera positiva o negativa, lo que significa que todos tenemos el poder de inspirar. Cómo utilizamos este poder es una responsabilidad de la que, afortunadamente, todos gozamos. En la industria de la moda y de las celebridades, somos una población de súper creativos,
en la que cada decisión creativa que tomamos tiene el poder de influenciar no solo a unos amigos y colegas, sino a millones de personas a través del mundo, de todas las condiciones sociales.
Pongamos de ejemplo los cigarrillos. Por décadas, las imágenes cinemáticas de actores y actrices increíblemente cool y guapos han inspirado a millones de jóvenes a fumar. Hasta muy recientemente, la industria de la moda publicaba fotografías de moda que mostraban una modelo hermosa, en un lugar hermoso, llevando ropa maravillosa y meciendo un cigarrillo en la mano. Las mujeres jóvenes miraban esta imagen y aspiraban a ser la mujer de estos editoriales. Querrían todo lo que representaba esta modelo; el vestido, el cabello, el maquillaje y obviamente, el cigarrillo. Y ahí está el poder inmenso de lo que hacemos como creativos. Somos capaces de crear fantasías a las que aspira el público.
Gracias al crecimiento de las redes sociales, nuestro poder de inspirar se multiplicó más allá de nuestros mejores sueños. No solo podemos impactar directamente en el móvil de cualquier persona, también somos curadores del mensaje preciso que queremos difundir. Por ello, nuestro deber de ser responsables del mensaje que emitimos también se ha intensificado.
Como fotógrafo de moda, que he fotografiado a muchas de las celebridades más visibles del mundo, conozco demasiado el poder de inspiración que tiene cada persona creativa, y por eso, hace pocos años, empecé a introducir la ética de mi mundo personal a mi producción personal.
En 2017, me contrataron para fotografiar las imágenes oficiales de compromiso y boda del príncipe Harry y Meghan Markle, lo cual resultó en un aumento enorme de visibilidad para mí y mi trabajo. Con las palabras de mi padrastro resonantes en la mente, de inmediato pensé en cómo usar esta visibilidad para lo bueno. Entonces me dispuse a aprovechar este ímpetu y fundé una iniciativa que se llama Creatives 4 Change, en la que trataba de llegar a todos los creativos que trabajaban en la industria de la moda, ya sean fotógrafos, estilistas, editores, diseñadores, directores creativos, influencers, modelos o actores, y recordarles el poder que tenían como creativos para influenciar a millones de personas a través de cada decisión creativa que hacen.
La primera iniciativa del proyecto Creatives 4 Change fue pedirles a estos creativos que firmaran un compromiso en el que se obligaban a nunca más usar pelo animal, plumas o pieles exóticas en su producción creativa, porque cada vez más veíamos el daño que estas prácticas causaban tanto al medio ambiente como a la ética. Las reacciones de la gente me fascinaron. Para algunas personas era obvio y firmaron de inmediato. A otras les costó más. Algunos fotógrafos con que hablaba me decían: “Dejaré de fotografiar todo eso cuando las revistas dejen de ponerlo en sus páginas.” Después, hablaba con las revistas y me decían: “Dejaremos de promover estas cosas cuando los diseñadores dejen de producirlas”. Luego, los diseñadores me decían: “dejaré de diseñarlas cuando el público ya no las demande.”
El problema es que la demanda del público no disminuirá hasta que nosotros los creativos dejemos de hacer de esto algo aspiracional. Alguien tiene que interrumpir este ciclo y el poder es nuestro como creativos. Tenemos la oportunidad de ser pioneros de decisiones éticas en nuestro dominio. Hoy en día, todos estamos conscientes de dónde y cómo se produce el pelo animal, las plumas y otras pieles, entonces la cuestión es simple para todos. ¿Qué te dice tu corazón? No se trata de sentirte hipócrita si no eres vegano ni vegetariano, o si has llevado pelo animal, plumas o pieles exóticas alguna vez. No se trata de sentir vergüenza por lo que hiciste en el pasado. Se trata solo de estar orgulloso de lo que harás y serás en el futuro. Lo que importa ahora es la decisión. Una decisión que tomamos, la de ser creativos con conciencia.
El público anhela cada vez más marcas éticas. No quieren únicamente comprar el zapato, el bolso o la chaqueta de moda. Quieren saber que, al comprar prendas de moda y productos cosméticos, ese dinero les va a comprar una consciencia más clara de la que están acostumbrados, ya sea debido a una producción sustentable, una moda cruelty free o una conexión a una organización benéfica.
Desde que tuve las primeras juntas con creativos, Creatives 4 Change ya tiene mucha gente que ha firmado el compromiso, incluyendo a personas como los fotógrafos pioneros de moda Inez & Vinoodh, Diane Von Fürstenberg, Laura Brown, Kate Winslet, Jennifer Aniston, Eva Mendes, Tonne Goodman, Zoey Grossman, Giampaolo Sgura, Zoe Ghertner y Paola Kudacki por nombrar algunos.
Si trabajas en la industria de la moda, tú también tienes el poder de inspirar a millones de creativos jóvenes para empezar con el pie derecho. ¡Y eso ya es un legado poderoso de dejar! Entonces, ¿qué vas a hacer con tu influencia como persona creativa? ¿Qué le dirías a la versión más mayor de ti mismo, y qué querría que hicieras con todo el poder que tienes de crear y motivar? Mientras todos consideramos esta pregunta, espero que todos podamos evolucionar a través de la compasión y la bondad, y que dejemos esta vida un poquito más rica que cuando llegamos.